Clasificación de las herramientas de sujeción, de fijación y de anclaje
No se puede prescindir de herramientas para fijar, anclar o sujetar objetos. Es más, buena parte de los útiles que manitas y profesionales llevan en la caja de herramientas cae dentro de esta categoría.
Pero sujetar, anclar, fijar... ¿no son sinónimos? ¿Distintos verbos para referirse a estos utensilios? Así es, en parte. El fin de este artículo, en todo caso, es descubrir esos matices que distinguen a las herramientas de sujeción de las de fijación o de anclaje.
Las herramientas de sujeción, de fijación y de anclaje
Antes o después hay que sujetar algo, tanto en casa como en el taller. La definición de sujeción es 'agarrar o atrapar un objeto para impedir que se escape'. Para sujetar un objeto, se ejerce presión sobre él. Pero el apretón suele ser temporal. Un ejemplo de herramienta de sujeción es el alicate universal.
Fijar es distinto a sujetar. El concepto de fijación esconde la idea de 'lograr que algo quede fijo'. Así, se pegan dos piezas de madera con cola de carpintero para fijarlas. Mientras el acetato de polivinilo se seca, las tablas se inmovilizan con una pinza rápida de carpintero en A, por ejemplo.
Ahora bien: según la primera definición la pinza sería una herramienta de sujeción. No de fijación. Mejor poner otro ejemplo. Una pistola de cola termofusible se considera, entonces, una herramienta de fijación. En efecto, al derretir por calor una barrita de adhesivo, la pistola de encolar fija una cosa a otra.
¿Y anclar? Premio fácil para quien adivine que el verbo anclar proviene de ancla. Que a su vez viene de la palabra en latín ancora. El ancla de un barco se aferra al fondo del mar para sujetarlo. ¡Levad anclas! De modo similar una pieza se ancla a otra con la ayuda de clavos, tornillos o remaches; en definitiva: a través de un anclaje.
Herramientas de anclaje son el destornillador, la grapadora o la remachadora. Asimismo, los taladros y las brocas caben en este saco cuando el propósito del orificio que perforan no es otro que el de albergar un anclaje (véanse también los tacos de expansión).
Ejemplos
La siguiente lista enumera, a modo de ejemplo, 43 herramientas de fijación, sujeción y anclaje por orden alfabético:
- Alicate universal
- Alicates de puntas
- Barrilete para banco de carpintería
- Berbiquí
- Brocas forstner
- Brocas para metal
- Brocas para pared
- Brocas para porcelánico
- Clavo de albañil
- Clavadora
- Destornillador automático de trinquete
- Destornillador gordo
- Destornilladores de joyería
- Destornilladores de precisión
- Escuadra magnética para cuerda de albañil
- Gato
- Grapadora
- Llave abierta
- Llave alavesa
- Llave de cadena
- Llave de carraca con vasos extraíbles
- Llave de pico de loro
- Llave dinamométrica
- Llave grifa o Stillson
- Llave inglesa o ajustable
- Llaves Allen
- Llaves combinadas
- Llaves fijas
- Llaves Torx
- Mordaza de presión
- Pinzas
- Pistola de encolar
- Prensa
- Punzón
- Remachadora
- Sargento de carpintero
- Taladro de batería
- Taladro de mano
- Taladro de percusión
- Tenaza de engastar punteras
- Tenazas
- Tornillo de banco
- Tornillo de carpintero
Historia y evolución de las herramientas de sujeción
¿Se puede instalar un anclaje sin taladro percutor? ¿Se puede taladrar en piedra o en madera sin electricidad? Con el objeto de descubrir qué herramientas de sujeción, de fijación y de anclaje usaban nuestros ancestros, viajemos en la máquina del tiempo.
Herramientas de cuerda y madera
He aquí un curioso y antiquísimo utensilio: el taladro de arco. El hombre del Paleolítico ya usó esta herramienta prehistórica para perforar piedra. Por ejemplo, los taladros hallados en el yacimiento de Mejergar (sur de Pakistán) se utilizaron para taladrar gemas de lapislázuli y mineral de cornalina. Datan del 4.º y el 5.º milenio AEC.
Además, el taladro de arco servía para encender fuego por fricción. De hecho, este utensilio también se llama taladro de fuego. Para ello era indispensable la yesca (materia vegetal muy seca que arde con facilidad).
Esta primitiva herramienta de perforación consta de cuatro partes:
- base
- broca o varilla
- una piedra (que actúa como cojinete o rodamiento)
- un arco de cuerda sencillo (hace girar la broca sobre la base)
En suma, cuerda y madera se emplearon para fabricar las primeras herramientas de sujeción. Ambos materiales estaban destinados a perecer por ser orgánicos. ¿Cuántos utensilios se llevó consigo el tiempo? Es imposible saberlo.
Primeras herramientas de sujeción de bronce
Ser devorada por el fuego es una clara desventaja de la madera. Así, hasta la llegada de la Edad del Bronce no se fabrican pinzas eficaces para manipular brasas y sujetar objetos candentes.
Entre el año 3300 AEC y el 1200 AEC, de manera aproximada, transcurre la Edad del Bronce. El bronce es una aleación de cobre y estaño. De la mezcla resulta un material más duro que cada uno de los metales por separado. No se ha de confundir el bronce con el latón (que es cobre con zinc).
De bronce son las primeras herramientas de sujeción similares a los actuales alicates, pinzas, tenazas. Su resistencia mejorará notablemente más adelante, en la Edad del Hierro.
Correas de sujeción para el banco de trabajo
Ya en la era común, los artesanos medievales sujetaban la pieza al banco de trabajo con la ayuda de correas. Un bucle al final de la correa permitía que el artesano la tensara con el pie.
Durante los siglos xv y xvi este primitivo sistema de sujeción mejorará sustancialmente, gracias a la invención de la tuerca y el tornillo.
Morsas y tornillos
En torno al año 1500 de nuestra era aparecen las primeras morsas de banco. La morsa es el instrumento de sujeción usado en carpintería y herrería para inmovilizar la pieza que se trabaja.
La morsa o tornillo de banco consta de dos partes dispuestas en paralelo que enlazadas por un tornillo sin fin se acercan o se alejan según el giro de este. En el tornillo de banco una de estas piezas permanece fija en la superficie del banco. Es la parte móvil la que asegura la pieza de trabajo.
La primera llave inglesa
La primera llave ajustable similar a la actual, en el sentido de 'utensilio ajustable que permite poner y quitar tornillos y tuercas de distintos tamaños', data del siglo xix. La llave desarrolla un tornillo de banco en miniatura: posee una boca fija y otra móvil que se aproxima o se aleja con un tornillo sin fin.
El primer taladro eléctrico
El ingeniero e inventor escocés Arthur James Arnot inventó en 1889 el primer taladro eléctrico del mundo. Lo hizo durante su estancia en Melbourne, Australia, adonde se desplazó para trabajar en la construcción de una central eléctrica de corriente alterna (alimentada por carbón).
La taladradora eléctrica es sin duda una de las herramientas más relevantes en el campo de la fijación y los anclajes. Con ella se perfora, por ejemplo, el orificio guía que, una vez roscado con el macho, sirve de alojamiento a pernos y tornillos. De igual manera, para fijar dos chapas con remaches antes hay que perforarlas con el taladro y una broca para metal.
Taladro de batería: una de las más importantes herramientas de fijación
Casi tres décadas después del invento de Arnot, la compañía Black & Decker patenta en 1916 el primer taladro eléctrico similar al actual, con forma de pistola y gatillo. Se debate si el primero inalámbrico, alimentado por batería, fue también fruto de B&D (1961) o de la empresa japonesa Makita (1978).
En todo caso, el taladro atornillador de batería es hoy una de las herramientas de fijación más comunes. Con puntas de atornillar y los tornillos apropiados esta herramienta se usa para instalar diversos materiales:
- Tabiquería de cartón-yeso
- Estructuras y revestimientos de madera
- Panel sandwich y panel aislante en fachadas y cubiertas
- Chapa metálica
Por último, por medio de los anclajes adecuados (taco de expansión, taco metálico), el taladro atornillador permite anclar elementos en un sinfín de superficies: ladrillo, hormigón, madera, metal, etcétera.
Conclusión sobre los instrumentos para sujetar, anclar o fijar objetos
La tecnología actual de las herramientas de sujeción, de fijación y de anclaje es el resultado de su evolución a lo largo de millones de años. Aunque hoy existe utillaje muy especializado para cada actividad de la industria o de la construcción, se aprecia una fina línea que une las tres clases de herramientas.
La función de una herramienta de sujeción es afianzar una cosa para que no se mueva al trabajarla. Si la sujeción ha de ser permanente, se usa una herramienta de fijación. El propósito ahora no es agarrar la pieza de trabajo, sino instalarla en un lugar definitivo, fijarla, en efecto: dejarla fija. Anclar se asimila a fijar... pero presupone la idea de ancla. Herramienta de anclaje, por tanto, será la que ayude a anclar un objeto.