maza de demolición de dos manos tipo almádena

Maza de demolición de dos manos (almádena)

La almádena es una maza de demolición grande, poderosa y pesada. Con un mango de alrededor de un metro de largo y una cabeza de hasta nueve kilos, trabajar con ella obliga a flexionar el tronco y usar ambas manos; es decir, se sujeta como si fuera un hacha.

Además, al revés que la maceta —herramienta de golpeo más pequeña y manejable—, la almádena exige un mayor esfuerzo físico. Si quieres aprender más sobre la maza de demolición, en esta guía la exploramos a fondo.

¿Qué es y para qué sirve una almádena?

La almádena, también llamada porra, mandarria, almágana y machota, es una maza robusta parecida a un martillo, pero mucho más pesada. Consiste en una cabeza grande de acero y un mango largo. Sirve para:

  • romper piedra, ladrillo y hormigón
  • demoler tabiques y paredes ligeras
  • clavar postes, estacas y barras de acero corrugado (ferralla) en el terreno
  • liberar objetos atrapados
  • clavar puntas y varillas de grandes diámetros en madera
  • abrir leña (con una cuña de metal)
  • corregir la posición del cerco de una puerta (con un mártir de madera)

Construcción de una pasarela de madera con la mandarria

Similar a la maza que nos ocupa es el martillo clavador. Esta curiosa herramienta, de cabeza larga y aguzada en los extremos, sirve para clavar traviesas de ferrocarril. De modo parecido, en construcción naval, los calafates usan la mandarria para poner y quitar pernos en los costados de un buque.

Características de una maza de demolición de dos manos

La porra cuenta con un mango largo que mide entre 50 cm y 1 m. El peso de la cabeza oscila entre 1 kg y 9 kg. En construcción y jardinería son de uso habitual las mazas de 1 m y 4-6 kg de peso.

Como en todo martillo, a la hora de comprar una maza de dos manos es capital fijarse en la unión mango-cabeza. Dada la enorme masa de esta herramienta, es común emplear fibra de vidrio o fibra de carbono (más ligera) para construir el mango. Ambos materiales amortiguan los golpes mejor que la madera y ofrecen una unión más solida y fiable.

La cabeza de la almádena se forja de una pieza en acero. A continuación se aplican procesos térmicos al metal para mejorar sus propiedades. Primero se endurece por templado para prevenir que se deforme. Se somete luego a revenido para evitar la rotura en la zona de golpeo.

Son habituales las cabezas con forma de prisma rectangular. Otras veces se le da a las bocas sección octogonal. En ambos casos se mata en chaflán el encuentro de los laterales y las caras para suavizar las aristas.

cabeza de una maza de demolición
Maza de demolición con mango de fibra de vidrio. Las caras redondas resultan de matar en chaflán las aristas de la cabeza, de sección octogonal.

¿Cómo utilizar una mandarria?

Los EPI

Pocas herramientas ponen en tus manos tanto poder como la mandarria. Como diría el Caballero de la Triste Figura, esta maza dota de fuerza bruta a tu invulnerable y valeroso brazo. Pero, como también suele decirse, un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Así que, de entrada, antes de usar la maza de demolición, protege tus ojos con gafas de seguridad. El uso de dicho EPI es innegociable. Ponte asimismo unos guantes de protección mecánica resistentes a la abrasión y el rasgado.

La técnica

El secreto de la fuerza de la almádena no es otro que la masa de su cabeza y el impulso que tus brazos le imprimen gracias a su mango largo y, dicho sea de paso, aprovechando el principio de la palanca para cambiar fuerza por distancia.

Por otro lado, dado que la energía de impacto se concentra en un área grande, la herramienta posibilita demoler tabiques ligeros. Los martillos pequeños, en cambio, lejos de derribar la pared solo la agujerean.

Sea como fuere:

  1. Toma la almádena. Pon tu mano dominante en la parte media del mango (bajo la cabeza de la herramienta) y la otra en la base.
  2. Adelanta tu pie izquierdo si eres diestro (y viceversa).
  3. Alza la maza de demolición tan alto como te resulte posible sin perder el control.
  4. Apunta al objetivo e impulsa la maza hacia el frente con la mano superior.
  5. Deja que la gravedad haga el trabajo al tiempo que deslizas la mano hasta la base del mango para amortiguar el impacto.

El balanceo del torso depende del tipo de tarea. Por ejemplo, se balancea más el tronco al abrir leña o clavar un poste en el terreno con la mandarria que al demoler una pared.

Uso maza almádena para clavar postes en el terreno

Comprar maza de demolición

Si quieres comprar una almádena y una cuña separadora, echa un vistazo a estas recomendaciones.

  • Maza con mango de fibra de carbono de 5 kg Bellota
    Maza con mango de fibra de carbono de 5 kg Bellota
  • Maza de albañil de 5 kg
    Maza de albañil de 5 kg
  • Maza grande de 92 cm y cabeza octogonal de 4500 g
    Maza grande de 92 cm y cabeza octogonal de 4500 g
  • Almádena de 5 kg con mango de madera Alyco
    Almádena de 5 kg con mango de madera Alyco
  • Maza de 5 kg con mango de fibra y empuñadura engomada
    Maza de 5 kg con mango de fibra y empuñadura engomada

Cuñas separadoras

  • Cuña para separar leña y talar árboles de 1.8 kg
    Cuña para separar leña y talar árboles de 1.8 kg
  • Cuña forjada para madera Bellota 2 kg
    Cuña forjada para madera Bellota 2 kg

Colofón

Gracias a la masa de la cabeza y al largo del mango, la almádena desarrolla una energía de impacto en julios comparable a la de un martillo demoledor eléctrico. Es por ello una herramienta de demolición esencial en obras y reformas.

Por otra parte, con la ayuda de una cuña separadora, la maza de demolición es una útil aliada del hacha de abrir leña. Asimismo, en el exterior la mandarria es un utensilio eficaz para clavar postes para cercas o romper el pie de cemento de postes y señales, bordillosde hormigón, piedra para mampostería...

Referencias

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maza de demolición de dos manos tipo almádena
Martínez, C. (26 de noviembre de 2022). Maza de demolición de dos manos (almádena). Tecnitool. https://tecnitool.es/maza-almadena/