Preguntas y respuestas sobre clavos y martillos

Existen muchos tipos de clavos. Y lo mismo se puede decir sobre los tipos de martillos. Sin embargo, para clavar, el más usado de los primeros será el clavo de cabeza plana; por lo que se refiere a la herramienta, quizá la más útil sea el martillo de orejas, por cuanto te permite, además de clavar, quitar los clavos haciendo palanca con las uñas.

En todo caso, el martillo es uno de los instrumentos que no suele faltar en la caja de herramientas, ¿no es cierto? Por otra parte, ¿no son los clavos material para manitas que conviene tener en casa para reparaciones o proyectos de bricolaje? En ese caso creemos que vale la pena dedicar un pequeño artículo de preguntas y repuestas sobre ambos.

¡Así que manos a la obra!

1. ¿Cuál es el origen de la palabra «clavo»?

La palabra «clavo» viene del latín clavus.¹ El DLE (antes DRAE) lo define como 'pieza metálica, larga y delgada, con cabeza y punta, que sirve para introducirla en alguna parte, o para asegurar una cosa a otra'.

2. ¿Cuántos tipos de clavos existen?

Paul Hasluck, escritor y pionero del HTM, estimaba que existían alrededor de 300 variedades de clavos en 1903.² Muchos de ellos, sobre todo los forjados, están ya en desuso; y viceversa: hoy contamos con nuevos tipos de clavos.

3. ¿Por qué ciertos clavos tienen anillos similares a la rosca de un tornillo?

La caña de los clavos anillados, por otro nombre clavos estriados, se agarra con mayor firmeza a las fibras de la madera. Así pues, al revés que los filetes de rosca de un tornillo, el fin de los anillos en relieve no consiste en facilitar la extracción del clavo, antes al contrario, su propósito es impedir que las tablas se separen (por ejemplo, las de barcos, suelos, palés u otras estructuras de madera expuestas a la intemperie).

4. ¿Cómo evito las marcas de media luna que deja el martillo en la madera?

Para reducir el riesgo de marcar la madera, en primer lugar, te aconsejo usar un martillo de carpintero con cara convexa. La curvatura del cotillo ayuda a que solo el centro de la superficie toque el clavo. Además, es importante que al golpear el clavo la cara del martillo impacte en perpedincular contra su cabeza.

Con todo, siempre que se busque dejar el clavo enrasado con la superficie se corre el riesgo de machacar la madera. En tal caso es recomendable dejar que el clavo sobresalga unos 6 mm de la tabla para, acto seguido, hundirlo con un botador de clavos.

5. ¿Puedo prevenir que un clavo raje la madera?

Sí. Para ello debes entender cómo funciona un clavo. Al igual que el tornillo, se trata de un elemento de unión basado en la cuña (una de las seis máquinas simples clásicas) que desplaza las fibras de madera gracias a la forma de su cuerpo. La presión resultante es la responsable de mantener el clavo en su lugar.

En los extremos de una tabla y en casos en los que la relación entre el diámetro del clavo y el grosor de la madera es grande se da el peligro de que la madera se raje. La solución coincide con la técnica usada para atornillar y consiste en perforar antes un agujero guía.

Otro truco al que recurren los carpinteros es aplastar un poco la punta del clavo antes de introducirlo en la madera.

6. ¿Qué broca debo usar para taladrar un agujero guía para el clavo?

En Woodworking FAQ, The Workshop Companion Spike Carlsen recomienda abrir el agujero con una broca cuyo diámetro sea del 75 % al 85 % del diámetro del clavo. ¿Y la profundidad? Unos dos tercios de su largo. Puedes usar para ello una broca para metal, o bien una broca espiral para madera.

7. ¿Qué es un sujetaclavos?

Un sujetaclavos es una herramienta magnética que te permite sostener el clavo en su posición para golpear su cabeza con el martillo sin lastimarte los dedos. Como alternativa a este instrumento, puedes usar una cartulina plegada o un trocito de cartón. El truco consiste en clavar en él la punta del clavo para, así, poder apartar las yemas de la trayectoria de la herramienta.

8. ¿Es cierto que un clavo puede hacer las veces de broca?

Hay muchos tipos de brocas para madera, unas mejores que otras según la labor en cuestión. Pero el hecho es que las brocas muy finas (< ø 2 mm) se parten con facilidad y si, llegado el caso, no cuentas con una herramienta más apropiada, puedes emplear un clavo en su lugar para taladrar maderas blandas. Solo has de cortar la punta (en plano) y la cabeza con un alicate de corte.

Para acabar, estaría muy bien hacer de esta entrada una recopilación de dudas sobre clavos y martillos, dado que los unos y los otros son herramientas esenciales en el día a día, no solo del carpintero, sino también del bricolador. Así pues, ¡no olvides dejar tu comentario!