Ventajas de las herramientas manuales
¿Por qué son las herramientas eléctricas más rápidas que las manuales? Lo son por su potencia. En efecto, casi todo motor, sin importar si la corriente llega hasta él desde la batería de la herramienta o desde una toma de la red eléctrica a través del cable, supera la potencia del cuerpo humano, cuya estimación oscila entre 75 y 150 W.
Hay que admitirlo. Nuestra potencia no es mucho mayor que la de una bombilla de las de antaño... Sin embargo, como nos recuerda el eslogan de Pirelli, tan vital como la potencia es el control de la herramienta. Y luego está el asunto —no menos importante— de la seguridad.
¡Pero las ventajas de las herramientas manuales no se quedan ahí!
Ciertas tareas requieren herramientas específicas (y manuales)
El joyero de la foto más abajo mostrada se ayuda de dos alicates para manipular un anillo de oro. El alicate es un digno representante de las herramientas manuales pues se fabrican más de 15 tipos de alicates. ¡Ahí es nada!
Sacar un anillo elástico Seeger sin usar alicates para circlips no resulta imposible. ¡Claro es que no! Pero la tarea se vuelve rápida y sencilla cuando se utiliza, antes que cualquier otra herramienta, este tipo de alicate.
En ninguno de los ejemplos cabe considerar el uso de una herramienta eléctrica. Y las herramientas específicas para ambos menesteres son manuales. Pero no hay dos sin tres.
Si, por el contrario, se trata de desmontar un tornillo de cabeza hexagonal, buscaremos la llave fija del número adecuado en la caja de herramientas. Ahora sí, usar atornillador de impacto o taladro atornillador de batería posibilita, sin restar apenas libertad, agilizar la tarea.
Ahora bien, cabe la posibilidad de que la tuerca esté dañada. Y ¿quién nos saca del aprieto? Por ejemplo, y ¡nunca mejor dicho!, la mordaza de apriete, o llave Vise Grip; una vez más, una herramienta manual.
La versatilidad de las herramientas manuales
En síntesis, se precisa la herramienta manual adecuada para llevar a cabo ciertas tareas. Pero de esta idea no sigue la opuesta, porque muchas herramientas de mano son apropiadas para múltiples tareas.
Por ejemplo, sin abandonar aún los alicates, el alicate universal sirve para cortar, pelar y doblar cable, pero también para sujetar piezas. De igual modo, aunque el juego de destornilladores planos esté indicado para girar tornillos, posibilita a un tiempo y, eso sí, con un poco de cuidado, hacer palanca a la hora de desmontar tapas, carcasas, piezas retenidas por pestañas...
Un tercer ejemplo de instrumento manual versátil, que en este caso combina llave y alicate en una sola herramienta, es la tenaza llave patentada por Knipex. Esta llave sustituye el juego de llaves fijas y a la vez permite amordazar, doblar, etc., pequeños objetos.
Mejor conocimiento empírico del material que se trabaja
Hay materiales que solo se comprenden bien al trabajarlos con herramientas manuales. Lo sabe muy bien quien, golpe a golpe, talla una junta de mortaja y espiga mediante formón y maza de madera.
Que la escopleadora de formón hueco es más rápida es indudable. Pero herramientas manuales de carpintería, como el formón o el cepillo , nos permiten sentir la veta de la madera, su dureza, la resistencia que opone. En definitiva, se perciben mejor las propiedades del material.
Conclusión
Las herramientas eléctricas son esenciales por su potencia. Es más, ocupan la cúspide de las herramientas alimentadas por energía externa por muchas razones que ahora no vienen al caso. ¡Pensemos tan solo en el tiempo que tomaría perforar sin taladro percutor una pared de piedra!
Dicho eso, las herramientas manuales —es decir, las movidas únicamente por los músculos de quien las usa— de ningún modo son menos valiosas. De entrada, al no depender de la corriente eléctrica, se pueden usar en cualquier lugar. En segundo lugar, resultan más seguras y fáciles de controlar, dado que son más lentas y menos potentes. En tercer lugar, suelen ser más sencillas de usar. Y, en último lugar, requieren menos mantenimiento por carecer de motor eléctrico, engranajes o piezas de desgaste (como las escobillas de carbón).
Una pregunta obligada para acabar. ¿Qué herramienta de mano llevar en la caja de herramientas? Cuando menos no debe faltar: metro, martillo de uñas, destornillador plano y cruciforme, alicates, llave inglesa, lima, escofina, formón, punzón, tijeras, nivel de burbuja, herramienta para trazar, cúter, puntas de atornillar, llaves Allen, maceta y cortafríos.
