5 tipos de martillo que toda caja de herramientas debe llevar
Una masa más o menos pesada unida al extremo de un mango. Eso es en esencia un martillo. Una herramienta que, gracias a la acción de una palanca de tercer grado, multiplica la distancia recorrida por la cabeza en el espacio. De la fuerza se encarga la gravedad... El mango, de ayudar a controlar el golpe.
El martillo es la herramienta más antigua construida por el hombre. Presente ya en la caja de herramientas de la prehistoria, pocos instrumentos cuentan con más variantes que el martillo. A lo largo de los siglos se han fabricado miles de martillos, con diferentes formas de mango y cabeza, y distintas relaciones de tamaño de sus partes.
Pese a ello, no existe un martillo universal. Y, por tanto, toda caja de herramientas, si quiere de veras presumir de versátil, debe llevar varios tipos de martillo. Así pues, sugiero en este artículo cinco martillos que considero esenciales.
Recomendación
Martillo de carpintero de uña u orejas
Casi todos los martillos sirven para clavar clavos. Pero quitarlos solo está al alcance del martillo de orejas, llamado también martillo de carpintero de uña.
Así que, a menos que la caja incluya alguna herramienta específica para sacar clavos, es forzoso llevar en ella un martillo de uña. Es sin duda indispensable en todo kit de bricolaje.
Un martillo de 450 g servirá para llevar a cabo la mayor parte de las tareas domésticas. Y no es mala idea comprar uno con mango reforzado de fibra de vidrio. Porque, a fin de cuentas, se usa en labores de carpintería todo el tiempo. Por ejemplo, este Stanley:
- Martillo equilibrado de 450 g de golpeo firme y fácil manejo
- Mango bicomponente con núcleo de fibra de vidrio y zona de agarre engomada
- Cabeza soldada al mango con resina (mango no intercambiable)
- Ref. STHT0-51309
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Martillo de ebanista
La piedra percutora de las industrias del Paleolítico sabía poco de clavos... Su función era muy distinta. Con ella se construían nuevas herramientas golpe a golpe. Ni ella ni el martillo de orejas son apropiados, por ser demasiado grandes, para clavar clavos pequeños o puntillas sin cabeza para ebanistería.
La herramienta ideal para dicho menester es el martillo de ebanista. La peña recta (esto es, la zona estrecha de la cabeza) facilita golpear entre los dedos sin hacerse daño. Es el martillo perfecto, por ejemplo, para clavar la trasera de muebles de cocina en kit.
¿Qué martillo de ebanista comprar? Por ejemplo, el modelo 8005-A de Bellota, de 135 g y unos 27 cm de largo, con mango en madera de haya:
- Mango de madera de haya y unión reforzada con cuña
- Longitud total: 269 mm
- Largo de la cabeza: 84 mm
- Altura de la cabeza: 18 mm
- Peso: 135 g
- Opiniones
Maceta de albañil
La maceta no es, en rigor, un martillo grande, sino una maza pequeña. Pero ¿hay que llegar a las manos por un menester léxico? En algo sí estaremos de acuerdo... Se trata de otra herramienta de percusión fundamental.
De hecho, ninguno de los martillos anteriores sirve para golpear un cincel de albañil. O para romper el faldón de azulejos de la bañera para arreglar el desagüe. O para clavar en el suelo una varilla de ferralla... No hay duda, de golpes contundentes se encarga la maceta.
En esta herramienta recomendamos otra vez Bellota. La siguiente maceta de 1 kg, con mango en fibra de carbono y cabeza en acero forjado, asegura años de servicio y una relación calidad-precio difícil de mejorar.
- Cabeza de acero forjado de máxima calidad con temple y durezas homogéneas, controladas en las zonas de golpeo
- Tratamiento 3+: no se rompe, no se deforma y no se desgasta
- Perfecta unión cabeza mango
- Mango ergonómico de fibra de carbono con estrías laterales que refuerzan el efecto antideslizamiento
- Opiniones
Martillo de bola
Si la peña del martillo de ebanista era recta, la del martillo de bola es esférica. O, mejor dicho, semiesférica. Este tipo de martillo se usa en mecánica, herrería y, en definitiva, el sector del metal.
Así, el martillo de bola es el más indicado para marcar centros de taladros con granete en hierro y acero. Eso, claro, con la zona plana. La peña semiesférica, por su parte, permite moldear chapa, dar forma a la cabeza de los remaches, etc. Tampoco debe faltar, pues, en la caja de herramientas.
Sin la calidad de fabricantes como Irimo o Facom, pero más barato también, un buen martillo de bola es el siguiente de la marca BGS. El mango está hecho en fibra de vidrio. Y la cabeza pesa 900 g. Juntos suman 1.2 kg de masa al servicio de la energía cinética.
- Mango de fibra de vidrio
- Cotillo plano y peña esférica para desabollar
- Cabeza de ø 38 mm
- Longitud total: 380 mm
- 900 g
- Ficha técnica
- Opiniones
Martillo de goma
El martillo o mazo de goma, por último, es el único sin cabeza de acero de la lista. El caucho inyectado tiene una clara virtud: golpear objetos de materiales delicados sin dañarlos. Por ejemplo: cerámica, gres porcelánico, madera, plástico.
Así las cosas, el martillo de goma es una herramienta imprescindible para alicatar. Pero tiene muchas otras funciones. A saber:
- montar estanterías metálicas
- golpear destornilladores sin romper el mango
- ensamblar las maderas de un mueble sin dañarlas en la fase de encolado
- desarmar el cilindro de gas de una silla de oficina
- ajustar tablas machihembradas de cobertizos de madera
A propósito, la cabeza del martillo de goma suele ser negra. Pero también la hay blanca. ¿Su ventaja? No dejar marcas en piezas claras. Es ideal, pues, para instalar baldosas y azulejos blancos.
- Maza de goma profesional antivibraciones y antimanchas
- 680 g / 65 mm
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Otros tipos de martillos
En resumen, existen cientos de martillos. George Basalla nos contó en The Evolution Of Technology «cómo se sorprendió Karl Marx al descubrir que se fabricaban 500 tipos de martillos en Birmingham (Inglaterra) en 1867». Y añade: «cada uno de ellos adaptado a una función específica en la industria o la artesanía».
Es obvia la ventaja de contar con un martillo hecho a medida de cada tarea. El martillo de encofrador magnético, por ejemplo, cuenta con una ranura con imán para sujetar el clavo, lo que permite clavar con una sola mano. Por su parte, el martillo de golpe muerto no rebota por estar lleno de arena o balines de plomo o acero que amortiguan el impacto.
Pero ya lo dijo Mies Van der Rohe: «Menos es más». Los cinco tipos de martillo aquí vistos bastan para desabollar chapa, clavar clavos, quitarlos, abrir rozas en paredes, martillear en lugares de difícil acceso, golpear materiales delicados, poner tacos, etc.
Y para acabar, un apunte sobre prevención de riesgos. Por seguridad deben usarse gafas de protección ocular siempre que se trabaje con martillos. Sobre todo, al golpear metal contra metal, metal contra materiales duros que puedan proyectar esquirlas, etc.
Artículo recomendado: Los mejores martillos de carpintero.