¿Qué diferencias hay entre broca y tornillo?
La cosa parece sencilla... Se vuelve confusa al hablar de tornillos con punta de broca y de brocas con punta de tornillo. Conviene, pues, aclarar para qué sirve una broca, para qué el tornillo; explicar su funcionamiento, y, de paso, ver con qué herramientas se relacionan la una y el otro. Vamos a ello.
Diferencias entre brocas y tornillos
¿Qué es un tornillo?
Para empezar, un tornillo puede ser tres cosas. A saber: una herramienta, una parte de ella o un elemento de unión.
El tornillo de banco, por ejemplo, es en sí mismo una herramienta que sirve para sujetar piezas que se han de mecanizar. Como parte de un útil, el tornillo lo encontramos en la escuadra corrediza, instrumento de carpintería usado para tomar ángulos.
Pero, antes que nada, los tornillos son elementos de unión. Como el tornillo con que se atornilla una tabla a otra (tirafondos) o el que une dos objetos estructurales entre sí, por ejemplo, dos vigas (perno). También se llama tornillo, y de hecho es el que en rigor más merece ser llamado así, el tornillo que sujeta la rueda del coche a su cubo.
¿Qué es una broca?
La broca, al revés que el tornillo, siempre es una herramienta de corte. Se llama broca a la barrena del berbiquí. Y son brocas las herramientas que se montan en el taladro y el trépano, mal llamadas a veces puntas de taladrar para diferenciarlas de las puntas de atornillar.
Existen brocas multimaterial, usadas para perforar metal, madera y materiales de construcción. Y existen brocas específicas, como las Forstner y las de pala, que sirven para taladrar grandes diámetros en madera.
¡Ah! ¿Pero no dijimos que había brocas con punta de tornillo? Así es. ¡Una vez más encontramos el tornillo como parte de una herramienta! Ahora bien, ¿con qué propósito?
La broca con punta de tornillo
A fin de que la herramienta penetre más fácil en el material, ciertas brocas presentan una punta cónica roscada, como el cuerpo del tornillo para madera. Ello reduce el esfuerzo necesario para taladrar cuando no se dispone de una taladradora de columna; es decir, al practicar el orificio con un taladro portátil, como el taladro de batería o el percutor doméstico.
Encontramos punta de tornillo, por ejemplo, en las brocas para berbiquí. La razón es que dicha máquina es un taladro movido sin más ayuda que los músculos del brazo. Al introducirse por sí sola en la madera, la barrena reduce de modo notable la fuerza de empuje. Lo mismo se puede decir de la barrenilla.
El tornillo con punta de broca
¡Pero vamos con lo opuesto! El tornillo con punta de broca, que vemos aquí abajo, se explica por la necesidad de atornillar en materiales duros, como el acero. La punta de un tornillo convencional no es capaz de perforar el material. La alternativa evidente, esto es, perforar antes la pieza con la ayuda de una broca, confabula en contra de la eficiencia del operario.
Así, el llamado tornillo autoperforante taladra, en primer lugar, un agujero en el metal. Acto seguido, y sin cambiar de herramienta, los filetes de rosca muerden y enganchan sus paredes. Este tipo de tornillo se usa, por ejemplo, para instalar panel sandwich en cubiertas y fachadas sobre perfilería metálica.
Del tornillo de Arquímedes a la broca de barrena...
¿Y qué decir del tornillo de Arquímedes? No se trata de una herramienta y tampoco de un elemento de unión, sino de una máquina con forma de hélice usada para bombear agua y elevar cereales o tierra excavada. Se cree que la inventó Arquímedes en el siglo iii a. C.
¿Cómo funciona un tornillo de Arquímedes? Como se puede apreciar en la foto de arriba, la máquina eleva sólidos o fluidos por debajo de su eje de giro. Consiste en una hélice que rota en el interior de un cilindro, o bien en un cuerpo helicoidal abierto con paredes en los filetes de rosca. Cada sección empuja el material hacia la siguiente.
Pues bien, la broca de barrena opera de manera muy similar al sin fin de Arquímedes. Su diseño, con cuerpo de tornillo, ayuda a sacar la viruta y el serrín del agujero. Por este motivo es muy eficaz para taladrar orificios profundos, en los que la broca helicoidal para madera tiende a embozarse debido a la poca profundidad de sus canales.
Vistas las diferencias entre broca y tornillo, y las posibilidades que ofrece el diseño en hélice, ¿qué tal si dedicamos unas palabras a las herramientas relacionadas con ambos?
A propósito de las herramientas usadas para taladrar y atornillar
El tornillo en la broca ponía fáciles las cosas... ¡La broca en el tornillo las dificulta! En efecto, nada impide atornillar un tirafondos en madera con un destornillador manual; sin embargo, el tornillo autoperforante exige, a menos que se trabaje sobre plástico o chapa fina, usar algún tipo de atornillador eléctrico.
De igual modo, perforar con broca usando herramientas manuales, como el taladro de mano, solo es posible en materiales blandos, en general madera. Hierro, acero, ladrillo, cemento, hormigón, piedra, azulejo, porcelánico, etc., precisan taladro-atornillador o martillo percutor.
La percusión no se usa para taladrar materiales de construcción duros, aunque propensos a rajarse —como el azulejo o el vidrio—, sino hormigón y piedra, sobre todo. Facilita el trabajo de la broca al combinar su acción de giro con golpes perpendiculares a la superficie de la pieza.
Por su parte, la herramienta más potente para el atornillado es el atornillador de impacto. Esta máquina también funciona a golpes, pero en este caso paralelos a la superficie o, lo que es lo mismo, aplicados en el sentido de giro del tornillo.
Conclusiones
El tornillo es antes que nada una máquina simple. Deriva de otras dos máquinas: el plano inclinado y la cuña. Como dispositivo mecánico, puede cambiar la magnitud de la fuerza aplicada o la velocidad, como en el tornillo de banco. Se emplea, además, como elemento de sujeción.
La broca es una herramienta de corte. Puesta en una herramienta mecánica, como el taladro o el berbiquí, su como cometido, como instrumento para perforar, es producir en la pieza un orificio circular.
En resolución, no hay que confundir brocas con tornillos ni tampoco brocas con puntas de atornillar. Porque la broca no funciona como el tornillo. La primera corta, no así el segundo... ¡salvo que sea autoperforante!