Botador para clavos
Hay quien dice que un carpintero de verdad no usa tornillos ni clavos. Quien sí lo haga puede ayudarse del avellanador cónico, para enrasar los primeros, y del botador, para disimular, esconder o mejorar el acabado de los segundos.
Qué es un botador y para qué sirve
Un botador es una herramienta de acero con la que puedes golpear un tipo de clavo especial: el de cabeza perdida, para hundir esta bajo la superficie. El propósito no será sino disimular su presencia, si va a quedar visto, o bien crear un hueco que taparás con masilla. Si la pintas del mismo color que la madera, ocultarás el clavo por completo.
El botador para clavos es muy similar al granete en forma y tamaño, pero al tener otra función el extremo del útil no es puntiagudo, sino plano. El cuerpo del botador es moleteado, en unos casos, y recubierto de goma, en otros, para mejorar el agarre a la hora de golpearlo con el martillo.
De largo la herramienta mide algo menos que un punzón. El diámetro de su punta oscila entre 1.5 y 8 mm. Y la cabeza no siempre es redonda, a veces es hexagonal o cuadrada para evitar que ruede.
Cómo elegir un botador para clavos
En primer lugar, la punta del botador puede ser cónica o cilíndrica. Los botadores cilíndricos permiten incrustar el clavo a mayor profundidad en la madera, pero son menos resistentes que los cónicos.
En segundo lugar, es muy importante el tamaño del botador. Su punta debe ser algo más pequeña que la cabeza del clavo. De lo contrario dañarás la madera. Dada la variedad de clavos, resulta útil contar con un juego de botadores con las medidas más comunes. Además, debes saber que algunos juegos ayudan a identificar el tamaño del botador según el color del cuerpo.
- Set de 6 botadores de 1.5-3-4-5-6-8 mm
- Acero forjado endurecido (52-58 HRC)
- No ruedan gracias al cuerpo hexagonal
- Opiniones
- Botadores con punta cónica en acero templado
- Medidas: 0.8, 1.6 y 2.4 mm
- Opiniones
En tercer lugar, fíjate en los materiales. El botador no es más que una barra de acero y este ha de ser de calidad si ha de durar. Busca las siglas CrV (acero al cromo vanadio) y comprueba si la herramienta ha sido tratada térmicamente (endurecida y templada) para evitar su rotura.
Cómo usar un botador
Si observas la letra pequeña, verás que el cuerpo del botador suele advertir del uso obligatorio de gafas de protección ocular. En efecto, llévalas siempre que golpees metales entre sí o metales contra materiales duros.
Vistas las medidas de seguridad, usa el botador para enrasar clavos con la superficie o dejarlos semihundidos. Para ello:
- No des los últimos martillazos al clavar: deja que el clavo sobresalga para evitar machacar la madera. (Figura 1.1).
- Escoge un botador cuya punta sea algo menor que la cabeza del clavo.
- Coloca la punta del botador perpendicular a la cabeza del tornillo, por ejemplo, paralelo al suelo si vas a embutir los clavos de un rodapie (Figura 1.2).
- Golpea la cabeza del botador con martillo de orejas o martillo de ebanista.
Conclusión
La carpintería japonesa cuenta con distintas juntas para unir madera sin clavos. El artesano que fabrique muebles según estas técnicas tradicionales no necesita botadores. Al resto le será de gran utilidad llevar en la caja de herramientas un juego con las medidas más comunes.