Con un consumo al año que supera los 13 millones de toneladas, el cemento (ligante del hormigón) es el material más consumido en España después del agua. Que, dicho sea de paso, es el líquido incoloro responsable del endurecimiento químico del hormigón (o concreto). Pues bien, la dureza final de este material depende, entre otras cosas, de la proporción agua/cemento. Y hablando de dureza: el hormigón es un material de construcción bien duro. ¡Vaya si lo es! Entonces, ¿con qué herramientas se trabaja el hormigón?
¿Qué es el hormigón?
Antes que nada, ¿qué es el hormigón realmente? ¿Por qué es tan duro este material? El hormigón no es más que una mezcla de áridos finos (arena) y gruesos (gravilla), toda ella aglomerada por un aglutinante. Tal aglutinanete podría ser cal aérea o hidráulica pero, en la práctica, el aglutinante que liga la arena y la gravilla no suele ser sino cemento Portland (el más común de los cementos).
En el momento en que el polvo de cemento se humedece, comienza una reacción química que lo endurece, que lo hace fraguar. Además, al mezclarse con cemento, el agua forma un gel, una pasta de cemento, que cubre la superficie de cada piedra y de cada grano de arena de la mezcla. De resultas, la mezcla de agregados del hormigón forma una masa sólida una vez fraguada.
Hay que tener bien presente que ni los áridos finos ni los gruesos se modifican químicamente. Tan solo quedan enterrados entre el cemento. Vamos, como las almendras tostadas en el turrón de Alicante. Así, ya se intuye que cuanto menos cemento en la mezcla, menos duro el hormigón. Y viceversa. Pero no es el fin de este artículo hablar de hormigón, sino de las herramientas para trabajarlo...
Herramientas para trabajar con hormigón
¿Hablamos de construir con hormigón o de demoler el que ya existe? ¿O quizás se trata de alterarlo de algún modo? Por ejemplo, cortarlo o, tal vez, perforarlo. Trabajar el hormigón empleando alguno de estos verbos de acción no requiere de herramientas específicas pero sí potentes. Veamos, pues, algunas de ellas.
Preparar y mezclar concreto
En obras de tamaño notable, el hormigón rara vez se elabora in situ. Por el contrario, se encarga a una planta de concreto, donde se mezclan con suma precisión las materias primas que lo componen. Desde allí, un camión hormigonera transporta la mezcla fresca hasta la obra.
Sin embargo, preparar volúmenes pequeños de hormigón sí se hace en in situ y se usan, para ello, medios manuales o mecánicos. Hablamos de una simple pala de obra, en el primer caso; y de hormigoneras eléctricas o con motor de gasolina, en el segundo.
Las máquinas hormigoneras mezclan en su cuba la arena, la gravilla, el cemento y el agua. Cuando el punto de consistencia es el deseado, con la ayuda de un volante se vierte el hormigón en la herramienta que permite transportarlo: la carretilla.
Herramientas para cortar hormigón
Cortar hormigón no es solo menester de las obras de reforma pues en obra nueva también se lleva a cabo la tarea, por ejemplo, para labrar las juntas de dilatación que permiten al material expandirse y contraerse térmicamente. Tales cortes se hacen, en pavimentos, con herramientas cortadoras de hormigón.
Para cortar hormigón en muros y paredes de recurre a otro tipo de herramienta: la amoladora angular. Llamada también radial, la amoladora es una herramienta de corte rotativa que corta concreto y otros materiales de construcción merced a unos discos abrasivos de diamante. No hablamos de diamante geológico sino sintético, un material extremadamente duro capaz de desgastar el duro hormigón.
Máquinas para perforar hormigón
Precisamente, por su enorme dureza, perforar hormigón no es labor sencilla. De hecho, todo taladro percutor puede taladrar paredes de ladrillo pero solo los más potentes se atreven con muros y paramentos de hormigón.
Por otro lado, existe otra herramienta electroportátil más específica para taladrar hormigón. Se trata del martillo perforador, llamada también martillo rotatorio o simplemente rotomartillo. Esta máquina se confunde a veces con el taladro, pues visualmente es similar. Es en el interior donde radica la diferencia entre un taladro y un martillo.
Si las amoladoras cortaban el concreto con discos abrasivos, los taladros y los rotomartillos lo perforan con brocas. Una broca es una herrramienta de corte cilíndrica que, cuando es para hormigón, tiene una punta de vidia o carburo de tungsteno. El carburo de tungsteno (o wolframio) es un material durísimo capaz de perforar el hormigón si, además de rotación, se golpea este contra la superficie de trabajo. En efecto, es la percusión la que posibilita taladrar el hormigón.
Pulir concreto
Para concluir, vamos a dedicar una sección a las herramientas pulidoras de concreto. Estas máquinas pulen la superficie del hormigón en seco o en húmedo. La ventaja de hacerlo en mojado (con agua) es que se produce menos polvo.
El pulido del hormigón requiere el uso de discos abrasivos industriales de diamante que reducen la aspereza del hormigón. El suelo se pule de manera progresiva, tal y como se procede en la carpintería para el acabado de un mueble de madera. Primero se pasan abrasivos de grano grueso; grano medio después; por último, el de grano más fino.
Más información sobre máquinas para trabajar con hormigón
La anterior es solo una breve presentación de algunos de los tipos de herramientas alimentadas (con una fuente de energía externa) que se emplean para trabajar con hormigón. Siguen, a continuación, algunos artículos relacionados que pueden ser de tu interés: