Ventajas de los tornillos frente a los clavos
Existen decenas de tipos de tornillos. En madera el más usado es el tornillo tirafondos. Pero la pregunta que nos interesa es: ¿son mejores los tornillos o los clavos? Como todo en esta vida, tornillos y clavos tienen sus pros y sus contras. En esta guía queremos señalar las ventajas de los primeros sobre los segundos.
7 beneficios de los tornillos respecto a los clavos
Uniones más fiables
Se habló en su momento sobre el funcionamiento del clavo. También vimos hace poco cómo funciona un tornillo. Pues bien, aunque ambos sirven para unir un par de tablas, el tornillo lo hace de forma más eficaz gracias a la mordida de los hilos de rosca en la madera.
Mejor control del proceso de unión
Un tornillo ofrece más control que el clavo, ya que, por mucha puntería que se tenga con el martillo de uña, el destornillador permite girar la cabeza del tornillo todo lo lento que se quiera. No en vano, ¿hasta qué punto se controla el golpe del martillo? ¡Y esto nos lleva a la tercera ventaja del tornillo frente al clavo...!
Menor riesgo de dañar la madera...
¡Ah! ¡Esos golpes en forma de luna en cuarto creciente sobre la madera! ¿Quién tiene la culpa? Claro está: el cotillo del martillo. Y es que, aunque se use un martillo de cara convexa y se elijan clavos de gota de sebo, es casi inevitable que se escape algún martillazo de cuando en vez.
Por otra parte, la madera no solo se daña al poner clavo, también al quitarlo. A menos que se ponga mucho cuidado y se tome la precaución de poner una maderita bajo la herramienta quitaclavos, el metal deja su huella en la superficie... ¡Algo que no sucede al desatornillar un tornillo!
Y menor riesgo de agrietar las tablas
He aquí otra ventaja del tornillo: no agrietan las tablas si se perfora antes un agujero guía con una broca helicoidal para madera del diámetro del núcleo del tornillo. Incluso sin el agujero guía a menudo es posible atornillar sin agrietar las tablas gracias a los hilos de rosca en diente de sierra de la tornillería tipo Spax.
Montaje más silencioso
Es verdad que clavar puede ser más divertido que atornillar. ¿Y acaso no es cierto que liarse a martillazos ayuda con el estrés? Sin embargo, también hay que reconocer que no siempre es posible o conveniente o deseable hacer ruido, y en esto el ganador es el tornillo.
Así, el vecino puede montar un tejado con tornillos y un taladro de batería casi en perfecto silencio. ¡Pero será difícil que pase desapercibido si clava las ripias a la viga a martillazos!
El tornillo tira del material
La palabra «tirafondos» viene del francés tire-fond. El origen del nombre no es casual. El tornillo tirafondos, en efecto, tira del material y elimina, así, la holgura que pudiese quedar entre tabla y tabla. ¡No siempre es posible lograr lo mismo con el clavo!
Conviene saber que la parte sin rosca de un tornillo —entre la cabeza y la punta— sirve justamente para esto. La parte lisa del vástago debe medir cuando menos lo mismo que el grosor de la madera en la que el tornillo es pasante. De esta manera, el cuerpo pasa a través del material, pero sin enganchar en él. Si, en cambio, el tornillo tuviese rosca completa... ¡no podría tirar de una tabla sin a la vez empujar la otra!
Posibilidad de desmontar la unión
Sobra decir que el tornillo es un elemento de unión desmontable. Esa es una de sus mayores ventajas frente al clavo. Ya sea porque se ha cometido algún error al construir una estructura, ya sea para desmontar un mueble por la razón que sea, el tornillo brinda la libertad que no proporcionan las puntas.
Conclusiones
Entre los tornillos más usados en carpintería se encuentra el tirafondo de cabeza avellanada. En madera blanda dicho tornillo posibilita enrasar la cabeza con el material muchas veces sin necesidad de rebajar la superficie con un avellanador cónico. No obstante, se fabrican tornillos con muchos otros tipos de cabeza y en distintos materiales, tanto para interior como para exterior (por ejemplo, los galvanizados y los de acero inoxidable se pueden usar a la intemperie al ser resistentes a la humedad).
Si a lo anterior le sumamos la mayor resistencia que presenta el tornillo a la tracción de las tablas, no sorprende que por lo general se considere al atornillado una técnica de unión de mayor calidad que el clavado y, en efecto, no es ningún secreto que hoy se usa en buena parte de los trabajos con madera, ¡por no decir la mayoría!