Breve historia del taladro: desde la invención del eléctrico hasta el primer taladro atornillador de batería
China produce cerca del 85 % de las herramientas eléctricas del mundo según las estadísticas. Buena parte de ellas son taladros portátiles.
Pero el taladro eléctrico no nació en Asia sino en Oceanía. Desde allí viajo a Europa, donde redujo su tamaño. Y se embarcó más tarde hacia a América para ser perfeccionado en grado sumo. Cada continente aportó, pues, su granito de arena.
Breve historia del taladro eléctrico repasa los acontecimientos más relevantes de la invención de las herramientas para taladrar electroportátiles.
Las herramientas eléctricas de los años veinte
S. Duncan Black y Alonzo G. Decker se conocieron en 1906. El primero era dibujante, el segundo, fabricante de moldes y herramientas. Lo uno y lo otro parecen esenciales si en un momento dado alguien se aventura, con ánimo de mejorar las herramientas eléctricas de la época, a abrir un taller de maquinaria. Eso es justamente lo que hicieron.
Black vendió su coche por 600 dólares. Idéntica cantidad reunió Decker. Y, así, fundan Black & Decker en 1910. Tras asociarse, ponen la primera piedra para desarrollar un mecanismo para accionar con una sola mano el taladro portátil de entonces —si es que así podía llamarse—. Corría el año 1914. La construcción del prototipo comienza dos años más tarde.
El 6 de noviembre de 1917, Samuel Duncan Black y Alonzo Galloway Decker, al fin, patentan el taladro con empuñadura de pistola e interruptor de gatillo. La máquina disponía de un portabrocas de ø 13 mm. Su giro estaba a cargo de un motor universal, es decir, podía funcionar con corriente continua o alterna.
Para 1920, las ventas anuales de la compañía Black & Decker superaban el millón de dolares.
Pero ¿y si tomamos la máquina del tiempo para viajar a un pasado aún más lejano?
Los precursores del taladro de pistola y gatillo
Arthur James Arnot inventa la taladradora eléctrica
El taladro de pistola llegó 28 años después de la patente de Arthur James Arnot. Ingeniero eléctrico de profesión y nacido en Escocia en 1865, Arnot es conocido por inventar en 1889 el primer taladro eléctrico durante su estancia en Melbourne, Australia, adonde viajó para construir una central de corriente alterna de carbón.
El ingenio de Arnot se emancipaba así de la banda plana y el eje de línea, sistema usado en fábricas del s. xix para transmitir potencia. ¡Ahí es nada!
Se construye el primer taladro eléctrico portátil
El primer taladro eléctrico portátil no tardaría en llegar. Lo construye el inventor alemán Wilhelm Emil Fein con la ayuda de su hermano Carl en 1895. Ambos habían fundado en 1867 su «Taller de aparatos eléctricos y mecánicos». A propósito, la compañía que lleva el apellido de los hermanos Fein sería conocida por introducir un siglo después la multiherramienta oscilante. ¡Pero esos son otros López!
¿Y qué ventajas ofrecía el taladro Fein como alternativa a la taladradora de columna eléctrica? La herramienta consistía en un cuerpo central de fundición que condensaba la transmisión mecánica y alojaba a la vez el motor. A cambio de perder el movimiento de avance, la máquina posibilitaba taladrar en horizontal y en vertical.
El taladro se sujetaba, bien desde las empuñaduras laterales, o bien desde una de ellas y el asidero anular situado en ángulo recto respecto a los mangos en el extremo opuesto al portabrocas. Las unas y el otro, fabricadas en madera. Similar disposición es la que hoy presentan taladros sin percutor grandes y mezcladores de mortero.
De vuelta a los años 20, la foto de más abajo muestra cómo la mayoría de taladros actuales se basan, sin embargo, en el modelo B&D de 1916. Está de más, creemos, explicar el porqué. Pero sí cabe mencionar que si la empuñadura de la máquina y el propio gatillo recuerdan a los del arma de fuego, ello no es fortuito en modo alguno: sus creadores adaptaron el diseño de una pistola automática Colt calibre .45.
La caja de velocidades
Así pues, la sutileza del taladro actual no resulta del ingenio de un solo inventor; antes bien, las mejoras van a ir llegando con cuentagotas a lo largo del siglo xx. Por ejemplo, la doble velocidad por engranaje tardará en hacerse popular, pese a que ya presentaba dicha característica el trépano de carpintero.
Taladros Power King y patente de Henry P. Camp
El 13 de febrero de 1923 se le concede a Henry. P. Camp, de Chicago, una patente para mejorar el taladro eléctrico portátil. Según sus palabras, los propósitos del invento eran mejorar la transmisión mecánica que conectaba el mandril con el motor y proporcionar soportes mejorados que permitiesen desplazar los engranajes para, así, variar la velocidad relativa del portabrocas.
En esta característica patentada se basaban los taladros Power King de Jones Mac Neal & Camp de 1923. La doble velocidad, que dos sets completos de engranajes de la caja de cambios brindaban al taladro, los capacitaba para usar dos tipos brocas para metal: de acero al carbono y de acero rápido.
Accesorios para aumentar el par motor
Sin embargo, a mediados de los años 50 aún se vendía en Estados Unidos un curioso accesorio mecánico que reducía la velocidad del taladro sin otro fin que el de aumentar el par de apriete. Contaba con su propio mandril y se instalaba como una broca más en la herramienta. Bajo la caja de engranajes, un mango auxiliar —similar al del taladro moderno— facilitaba el control durante el taladrado.
La relación de transmisión 5:1 del mecanismo significaba (al menos en la teoría) poder disponer de dos taladros en uno. Por ejemplo, acoplado a un taladro de 3000 r. p. m. con portabrocas de ø 6 mm, reducía su velocidad de salida a 600 r. p. m. Ello hacía posible taladrar metal también con brocas grandes sin quemar la herramienta de corte.
Ya se echa de ver que este accesorio para máquinas difícilmente se dirige al uso profesional. En efecto, tal pieza se vendía al usuario doméstico. Lo nos lleva de vuelta a Baltimore, ciudad más poblada de Maryland (EE.UU.) y sede de Black & Decker.
El taladro para bricolaje
En 1946 Black & Decker introduce una familia de herramientas eléctricas específica para el aficionado al bricolaje. El mercado del DIY, Do It Yourself, no era nuevo, ni mucho menos: el término ya estaba en uso en 1912. Pero vive su época dorada en Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, con el éxodo de las ciudades a los barrios periféricos (en torno a 1950).
El boom americano del bricolaje de los años 50 no hubiese sido posible sin la disponibilidad de taladros asequibles para el usuario doméstico. Este hecho, antes que el taladro con agarre de pistola, dará fama mundial al fabricante.
Con la célebre marca de herramientas eléctricas ponemos el punto final a este artículo. No en vano, introdujo en 1961 una característica si cabe más importante.
Se desarrolla el taladro eléctrico de batería
Es creencia popular que la NASA inventó herramientas eléctricas sin cable para sus programas espaciales. Una idea romántica que se queda en mito. Porque la primera herramienta movida por corriente no proveniente de la red eléctrica la fabrica Black & Decker. Lo hace en 1961, fecha en que presenta su taladro eléctrico alimentado por una batería de celdas recargables de níquel-cadmio (Ni-Cad).
Sí aconteció, en cambio, que, a mediados de los años 60, la marca de Baltimore y Martin Marietta Corporation, dedicada a la industria aeroespacial, firmaron un contrato para fabricar herramientas para la agencia espacial americana. ¿Sorprende el interés de la NASA por el taladro sin cable de B&D?
No puede hacerlo. ¡Porque en la Luna no hay enchufes! Pero tampoco resultaba de gran valor en el espacio una herramienta de escasa autonomía. Además, según explica la propia NASA:
- para el Programa Gemini, necesitaban una llave de impacto para aflojar tuercas sin que el astronauta girase en dirección opuesta (por las condiciones de gravedad cero);
- para el Programa Apollo, precisaban un martillo rotatorio de batería, capaz de operar sin atmósfera y en temperaturas extremas, para obtener extractos de roca de la superficie lunar, es decir, regolitos.
Dejemos, por tanto, tales máquinas a un lado y centrémonos en las propiedades de la herramienta que iba a revolucionar el taladro eléctrico.
Llega el taladro sin cable
Duncan Black muere el 15 de abril de 1951. Alonzo Decker lo sustituyó entonces como presidente de la empresa, pero tampoco vivió lo suficiente para ver el taladro sin cable. En el momento de su muerte (18 de marzo de 1956), tenía registradas a su nombre nada menos que 41 patentes.
Sí fue testigo del taladro Black Decker de batería (su artífice, de hecho) Alonzo. G. Decker. Junior, hijo de Alonzo Senior, quien trabajaba desde 1933 como investigador e ingeniero para la compañía. De esta manera se anunció su invento, primer taladro cordless del mundo:
El primer taladro eléctrico sin cable de ¼ de pulgada. Completamente portátil. Sin cable, sin enchufe, sin toma de corriente. Su versatilidad solo está limitada por tu imaginación.
Gracias en parte a que su carcasa, protegida además contra la entrada de polvo, estaba construida parcialmente en plástico, el taladro que nos ocupa era muy ligero (1.8 kg) y fácil de manejar con una sola mano. Servía para taladrar acero, plástico y madera.
Una carga del acumulador PowerPack bastaba para horadar hasta 300 agujeros de ⅛ de pulgada (6.35 mm) o 75 agujeros de ½" (12.7 mm). La carga podía ser rápida o lenta. En cuanto a la vida útil de la batería, soportaba alrededor de 400 ciclos de carga y descarga.
A modo de colofón
Muchos son los aspectos del taladro que quedan por tratar. Como la percusión, característica que por su extensión, creemos, merece su propio artículo; el motor sin escobillas, de bajo mantenimiento y menor consumo que el universal; la batería de litio, que ha desplazado tanto a la NiCad como a la NiMH; el mandril automático, basado en el portabrocas Jacobs con llave o el embrague mecánico, sin ir más lejos, que mejora sobremodo el atornillado con taladro.
Así pues, aquí dejamos esta breve historia. Y decimos, en síntesis, que la herramienta compleja y acabada que hoy es el taladro eléctrico no es sino el resultado de miles de años de evolución.
No en vano, el origen del taladro eléctrico con cable —o el de su variante de batería— se remonta al taladro de fuego. Este consistía en una vara de madera que giraba de forma alternativa hacia un lado y el otro, gracias a la cuerda de otro instrumento, el arco de violín, que, enrollada alrededor de su cuerpo, se movía en vaivén.
Nuestros antepasados de la prehistoria aprovechaban el calor generado por la fricción de la madera para hacer fuego. De ahí el nombre del taladro. Además, en algún momento, alguien decide sujetar en la punta de la vara una pieza de pedernal y la convierte en broca. Aunque parezca paradójico, este rasgo de aquella primitiva herramienta de corte sigue presente en la broca de vidia para pared.