Juego de ganchos: una herramienta versátil de montaje y limpieza con mil y un usos
Pocos utensilios dan más por menos. Un juego de ganchos tiene un sinfín de usos. Desde raspar la pintura de la ranura de un tornillo, pasando por capturar retenes, juntas tóricas y otras piezas pequeñas, hasta rascar juntas de azulejos. Conviene, pues, llevarlos en la caja de herramientas.
¿Por qué comprar un juego de ganchos?
Apuesto a que más de una vez has tenido que pergeñar un gancho para pescar piezas caídas en lugares de difícil acceso. Quien dice eso dice rascar el teflón de un machón (u otra pieza de fontanería) para renovar la cinta selladora de roscas. Lo primero se puede hacer con alambre; lo segundo, con un destornillador plano.
Pero ¿por qué desgastar la punta del destornillador más pequeño del juego o perder el tiempo fabricando artilugios si existen herramientas para ello? El juego de ganchos es útil en decenas de tareas y por lo general es más eficaz que cualquier invento casero. Además, es muy barato.
¿Para qué sirven los ganchos?
Por hacer hincapié en ello una vez más, un juego de punzones y ganchos tiene infinidad de usos. ¡Vamos con unos ejemplos!
Para solar y alicatar
Como parte del equipo de herramientas para alicatar, el gancho curvo permite levantar una baldosa si por la razón que sea ha quedado mal puesta, hay que añadir cemento cola, etc. El gancho en ángulo recto, por su parte, es ideal para retirar la lechada de los azulejos... ¡siempre que te armes de paciencia!
Por cierto, si has de pasar por semejante martirio chino, considera comprar también un rascador de juntas. Su hoja en carburo de tungsteno te pondrá las cosas más fáciles.
Para limpiar
Pero el juego de ganchos no solo es útil para solar. Es también eficaz, como ya hemos dicho, para quitar la pintura que impide girar un tornillo de ranura plana. Asimismo, brinda su utilidad en la lubricación y limpieza de la cabeza, fase que ha de preceder a aplicar fuerza bruta a la herramienta en cualquiera de sus formas. Puedes ver al respecto la guía sobre cómo quitar tornillos sin romperlos.
Para montar y desmontar retenes, juntas tóricas y sellos
¿Un tercer cometido del útil que nos ocupa? Sirve, por ejemplo, como herramienta de montaje. Si acostumbras a reparar pequeños electrodomésticos y herramientas eléctricas, sabes bien que si no se colocan y aprietan bien los cables, la carcasa del aparato a menudo los pellizca. Más allá de tender cables, como utensilio de montaje el juego de ganchos también es valioso para tapizar.
Sin embargo, encontramos en la mecánica uno de los usos más habituales de la herramienta. A saber: extraer retenes, juntas tóricas de goma, sellos y anillos, etc.
Basten los ejemplos anteriores como prueba de lo que puede hacer por ti este tipo de instrumento.
¿Qué tener en cuenta al comprar esta herramienta?
Hay que reconocerlo: estamos ante una herramienta más simple que la calabaza. De modo que son muy pocos los factores que tener en cuenta al comprar un juego de ganchos:
- número de ganchos: con cuatro suelen ser más que suficientes
- calidad del acero: mejor si es acero aleado al cromo vanadio
- calidad del mango: antes bicomponente (parcialmente engomado) que solo de plástico
El juego más común cuenta con cuatro ganchos: redondo, recto, acodado (90º) y a 45º. Si precisas más variedad, aquí tienes un set de nueve piezas que incluye, aparte de los señalados, una pala pequeña y un segundo juego de mayor tamaño.
En resolución, el juego de ganchos no debe faltar por su utilidad en tu caja de herramientas junto a los alicates de puntas pico de cigüeña y la mordaza de presión. Con ellos podrás abordar todo tipo de tareas de montaje (y desmontaje) sin idear apaños.
Recomendación