Destornillador cabezón de carraca multipuntas

Los beneficios del destornillador cabezón y del portapuntas sin renunciar al mecanismo de trinquete. Tales son las ventajas del destornillador cabezón de carraca multipuntas. Ya sea para desatornillar las patas de un mueble de cocina ya montado, ya para ajustar las bisagras de un armario estrecho, he aquí un útil destornillador que vale la pena llevar en la caja de herramientas.

Ventajas y desventajas de la herramienta

El largo de un destornillador cabezón es del orden de 65 mm sin punta. El cabezón con carraca que nos ocupa —un Stanley con depósito de 6 puntas— mide 109 mm. Eso significa 44 mm extra que pueden marcar la diferencia, ¡a veces para mal!

Sin embargo, si la estrechez no es para tanto, el cabezón de carraca proporciona la siempre bienvenida ventaja mecánica del retroceso automático. Como es evidente, es posible ajustar el sentido de giro de trinquete, así como bloquearlo.

Se escuchan 20 clics para dar un giro completo. Lo que significa que se trata de un destornillador con una rueda dentada de 20 dientes y, en consecuencia, un ángulo de giro mínimo de 18º.

Detalle y características de las puntas

Al revés que los cabezones de Wiha, Wera y otras célebres marcas de destornilladores, el depósito del multipuntas de carraca Stanley no es de tipo deslizante, sino extraíble por completo. Para ello hay que girar un octavo de vuelta y vencer la resistencia de dos cuñas de cierre:

En el interior del depósito de puntas encontraremos seis puntas de atornillar en acero cromo-vanadio (CrV). Son las siguientes:

• punta recta de 1 × 6 mm
• punta recta de 1 × 4.5 mm
• punta PZ1
• punta PZ2
• punta PH1
• punta PH2

Si bien, como cabe esperar, el hueco de portapuntas es magnético, tenemos que decir que los hemos visto más fuertes. No se trata, pues, del mejor imán de tierras raras. Pero sí magnetiza levemente la punta y tiene fuerza suficiente para retenerla.

Medidas del mango

Abordamos, para concluir, las especificaciones del mango. Su medida oscila entre 35 mm y 38 mm, lo que se debe a salientes que, junto con las estrías y la textura engomada, facilitan enormemente el atornillado.

Así pues, pese a su tamaño compacto, se aplica con el destornillador un par de giro considerable. Quizá sea este el punto que más nos gusta de la herramienta.