Soporte vertical para taladro
Un soporte vertical para taladro convierte un taladro de mano en una taladradora de columna. Eso en teoría. Lo cierto es que en la práctica el accesorio tiene sus límites. El propósito de este artículo no es otro que analizar a fondo este útil.
Características de un soporte vertical para taladro
De la base que sirve a la vez como mesa nace el pilar del soporte vertical para taladro. En el cuello del cabezal, en el extremo opuesto de la columna, se fija el taladro con la ayuda de una pinza rápida.
Al tirar de la palanca, el taladro baja hacia la pieza de trabajo. El recorrido de la broca se limita con el tope de profundidad, por ejemplo, para hacer agujeros ciegos en ensambles por espigas, instalar bisagras de cazoleta, etc. Al soltar la palanca, un muelle empuja hacia arriba el cabezal y mantiene su posición. Queda así listo para un nuevo taladro.
La base del soporte cuenta con orificios y ranuras. Los primeros permiten atornillar el accesorio a un banco de trabajo. Las segundas sirven para instalar una mordaza para sujetar las piezas. Asimismo, las ranuras facilitan instalar una guía contra la que apoyar una tabla en la que hacer series de agujeros a la misma distancia del borde.
En qué fijarse al comprar un soporte para la taladradora
De tus expectativas y de la calidad del soporte depende que este accesorio sea la mejor ayuda para tus proyectos o una enorme decepción. Y es que a veces vale más una buena guía para taladrar recto que un soporte mediocre.
Algunos aspectos en los que debes fijarte al comprar un soporte para el taladro son:
- Base. Cuanto más ancha y pesada sea la base, más estabilidad aporta al soporte.
- Columna. El pilar soporta el peso del accesorio más el del taladro. Por este motivo debe ser robusto. Cuanto mayor sea su diámetro, mucho mejor.
- Sistema de palanca. Una barra rígida larga acciona el descenso del taladro en los soportes baratos. Los volantes o mecanismos de tres brazos ofrecen más precisión y control.
- Escala. Una escala graduada en milímetros ayuda a configurar la profundidad del taladro.
- Recorrido y capacidad. El primero indica la distancia hasta el fondo del taladro o el espesor máximo de la pieza en agujeros pasantes. El segundo valor indica la distancia desde el eje del soporte (la broca) hasta la columna, es decir, la medida máxima del taladro respecto al borde de la tabla.
Los pros y los contras de los soportes verticales para taladros
En el taladrado se observan dos movimientos en la broca:
- Se llama movimiento de corte (MC) a la rotación porque los filos de la broca cortan el material en cada giro.
- El nombre del movimiento rectilíneo que hace avanzar la broca hacia el fondo del agujero es, de manera poco original, movimiento de avance (MA).
Pues bien, el soporte vertical para taladro ayuda a que el MA sea, en efecto, rectilíneo y, no menos importante, perpendicular a la cara de la pieza. Además, este accesorio proporciona ventaja mecánica, esto es: multiplica la fuerza de empuje.
Ventaja mecánica
En lo de la ventaja mecánica, ni la guía para taladrar recto, ni la burbuja de nivel que se pega en la carcasa del taladro pueden competir con el soporte vertical. Por su parte, el soporte vertical no es rival para la taladradora de columna, ya sea en su versión de suelo o de mesa.
Velocidades
¿Cómo se comapra el soporte vertical con un taladro de banco? Dicha máquina, aparte de menos holgura en los ajustes, cuenta con velocidades regulables, ya sean por sistema de poleas escalonadas (correas), engranajes o variador electrónico.
Así, si tu taladro tiene dos velocidades y una rueda para ajustar el régimen de giro, podrás emular la regulación de velocidad del taladro de pie. Sin embargo, el soporte vertical te limita a trabajar con solo una velocidad si tu taladro no tiene marchas mecánicas y solo es posible ajustar las vueltas desde el gatillo.
Capacidad
Los taladros de banco a menudo expresan la capacidad en forma del diámetro de un círculo cuyo centro es la broca. Eso quiere decir que un taladro vertical de 250 mm de capacidad puede taladrar, cuando más, a 125 mm del borde de la pieza.
Este valor depende de la distancia del eje del portabrocas a la columna y suele ser más pequeño en el soporte vertical. Por tanto, he aquí otro de sus contras.
Conclusiones
Es casi imposible hacer un agujero perpendicular a la cara de una pieza con el taladro de mano aunque se tenga pulso de cirujano y ojo de muy buen cubero. Pero si el taladro tiene eurocuello, es decir, el collar de ø 43 mm en el que suele acoplarse la empuñadura auxiliar, siempre cabe instalarlo en un soporte vertical para llevar a cabo esta tarea con mayor precisión.
Entre las ventajas del soporte vertical para taladro encontramos aplicar presión de manera lenta pero constante y refrigerar el corte con taladrina: ambas previenen el sobrecalentamiento de la broca. De igual manera, gracias a este accesorio, se puede retraer la broca y reemplazarla con la certeza de que va a coincidir en un agujero en curso.
Además, algunos soportes verticales permiten bloquear el cabezal en una posición intermedia, por ejemplo, para usar tambores de lija y otros accesorios para taladros.
Como contrapartida, la ausencia de la mesa inclinable impide hacer agujeros en ángulo con el soporte vertical para taladros, algo que sí es posible con la taladradora de banco. Asimismo, a pesar del sistema de piñón y cremallera, este accesorio presenta una mayor holgura y no puede ofrecer la precisión de dicha máquina.
En suma, el soporte vertical es una solución a medio camino entre taladrar a pulso y taladrar con la taladradora vertical.