Sobre la cadena de transmisión del atornillado
Las palabras largas son difíciles de escribir. También de leer. ¡Y no digamos ya si aparecen varias juntas! Así pues, definamos antes de nada una sigla para designar el concepto que vamos a desarrollar a lo largo del artículo. Hela aquí, CTA: Cadena de Transmisión del Atornillado.
¿Qué es la cadena de transmisión del atornillado? La CTA, que nada tiene que ver con el elemento de máquina de igual nombre, consiste en el conjunto de partes que intervienen en el proceso de atornillar.
El inicio de esta serie de elementos puede ser una herramienta eléctrica, por ejemplo, algún tipo de taladro atornillador, o bien una manual: destornillador de carraca, mango portapuntas, llave para vasos... Así, el primer eslabón irá sujeto de manera indefectible en mandriles, portabrocas, portaherramientas hexagonales, etc.
El segundo eslabón de la cadena será las más de las veces un portapuntas. ¿Para qué sirve un portapuntas? Su utilidad se explica en el enlace sugerido, de modo que apenas hablaremos aquí sobre su función. Sin embargo, en otras ocasiones, sustituye a dicha pieza un adaptador angular.
¡Y ahora empieza a cobrar sentido el concepto CTA! Porque el accesorio angular citado, usado para taladrar y atornillar a 90º, a veces limita la operación de atornillar. Y lo hace de varias maneras. En efecto, si una cadena es tan fuerte como la más débil de sus partes, los límites de velocidad y de par de apriete en el atornillado los ha de establecer la pieza menos resistente del conjunto.
Es decir, de poco te sirve tu flamante atornillador de impacto de 205 Nm si en la CTA intercalas un elemento que solo soporta, pongamos, 75 Nm. Por poner otro ejemplo, nada te impide taladrar con dicha máquina si usas brocas hexagonales; ahora bien, una vez más, el límite de RPM va a depender del talón de Aquiles de la CTA.
En efecto, no es ningún secreto que muchos de estos accesorios, por ejemplo, este angular Wolfcraft, limitan las revoluciones a 400 RPM. Un valor que a todas luces se queda corto para taladrar metal con brocas pequeñas —cuando menos de manera eficaz—. ¿Y si pusieras un eje flexible en su lugar? ¡Pues tres cuartos de lo mismo!
Para concluir, la restricción de uso en el caso de herramientas de mano a veces se da en la propia herramienta. Claro es que la carraca de mango giratorio, pongamos por caso, carece de motor eléctrico. ¿Luego cuál es el torque máximo? Aquel desarrollado por tus músculos. Eso no implica, sin embargo, que las partes del mecanismo soporten cualquier fuerza de torsión. Así pues, también te conviene considerar en la CTA el que puede definirse como eslabón cero de la cadena: el origen del giro.
En síntesis: juntas cárdan, ejes flexibles, adaptadores angulares, portapuntas magnéticos, las propias puntas de atornillar, etc., conforman la cadena de transmisión del atornillado. La selección de estas partes, así como el orden de montaje, posibilitan atornillar en zonas de difícil acceso, y, así, te sacan de apuros en un sinfín de escenarios. Dicho esto, no hay rosas sin espinas. Cada eslabón de la CTA introduce límites, posibles holguras, falta de centrado si se trata de taladrar, etc.