Plomada de albañil: tipos de plomada, uso y recomendaciones de compra
Aplomar es 'poner una cosa en vertical'. En albañilería y en el sector de la construcción, pero también en carpintería y otros oficios, se usa la plomada para aplomar postes, pilares, reglas para levantar paredes...
¿Quieres comprar una plomada? Existen varios tipos de plomada, las más comunes son la cilíndrica y la cónica, cuya punta es aguzada. En esta entrada te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta herramienta.
¿Quién inventó la plomada de albañil?
La plomada no es un invento reciente: el nombre de su inventor se desconoce. Pero, de saberlo, tal vez sonaría a faraón. Pues, en efecto, la plomada se inventó hace unos 4600 años en el Antiguo Egipto. Los egipcios no ingeniaron solo la plomada, sino que inventaron también el nivel y el tiralíneas.
Los egipcios construyeron un artilugio parecido al símbolo de los masones para nivelar muros y paredes. El nivel egipcio estaba compuesto por una estructura de madera en forma de A, una cuerda y una pesa. ¿Lo mejor de todo? ¡Funcionaba sin electricidad!
La atracción universal que impulsa los cuerpos hacia el centro de la Tierra, es decir, la gravedad, funcionaba entonces igual que ahora. Pero carecer de cable o de batería lejos está de ser la principal ventaja de la plomada. El principal pro de la plomada manual es sin duda su precisión.
La precisión de la gravedad
De la misma manera que la superficie del agua embalsada siempre está a nivel, la cuerda de la que cuelga una pesa siempre está en vertical. Hoy existen las plomadas láser, pero, comoquiera que la naturaleza es más precisa que el hombre, la cuerda tensa de una plomada traza una línea vertical casi perfecta.
El plomo —palabra de la que deriva el nombre de la herramienta— deja de señalar la vertical solo si el viento sopla de lado, es decir, cuando empuja la plomada más allá del eje vertical. Así, ¿sería acertado suponer que cuanto más pese una plomada, más precisa será? ¡Por supuesto que sí!
¿Cómo se utiliza una plomada?
La cuerda de la plomada dibuja en el aire una línea perfectamente vertical, pero ¿cómo aplomar una pared con la ayuda del cordel? La clave es comprender que la distancia entre dos paredes perfectamente verticales es siempre la misma.
Al contrario, si una de las paredes está aplomada, pero la otra se inclina hacia un lado, la medida entre ellas se acrecentará conforme se tome la medición más cerca del techo o del suelo. La plomada se utiliza para poner vertical un objeto según esta idea.
Así, debes fijarte en que la distancia de la cuerda de la plomada a la pared sea la misma en todo su recorrido. Sin embargo, hay una manera más sencilla de comprobar si un objeto está a plomo:
Puesto que la plomada cilíndrica cuelga de una pieza que mide tanto como su diámetro, si tal pieza se apoya en una pared vertical, la pesa de la plomada apenas toca la superficie. Por el contrario, si la pesa se apoya firmemente en la pared, se dice que la plomada duerme; si se separa, se dice que vuela.
En los dos casos anteriores, semejante muro se inclinará más alla de la vertical. Decimos, entonces, que la pared está desplomada.
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Curso de albañilería tradicional. Cómo usar la plomada:
Tipos de plomada
Los dos tipos de plomada más comunes son los siguientes:
- Plomada recta o cilíndrica: se utiliza para aplomar paredes, reglas, columnas, pilares u otros elementos de superficie plana. La pesa tiene forma de cilindro.
- Plomada cónica o puntiaguda: la pesa tiene forma de cono. Sirve, por ejemplo, para trasladar con exactitud la posición de un agujero en la planta de un edificio a las plantas inferiores. La punta de esta herramienta suele ser reemplazable, pues se desgasta con el uso.
En qué fijarse al comprar una plomada
¿Quieres comprar una plomada? ¿Qué plomada se ajusta mejor a tus necesidades? Esta herramienta está formada por tres partes: cuerda, pesa y nuez. Algunos modelos incluyen también una pletina metálica. Y recomendable es que el kit incluya una funda, caja o estuche donde guardar tales piezas.
Cuerda. Al comprar tu plomada, considera primero el largo de la cuerda. Comprueba también su calidad y su resistencia. Para bricolaje y levantar pequeñas construcciones, suele sobrar con una cuerda de 5 m.
Pesa. La pesa, como ya hemos visto, puede ser cónica o cilíndrica. La plomada de cilindro es la que se usa en albañilería para aplomar las reglas guía que se colocan en las esquinas como referencia para levantar en vertical la fachada.
La pesa cónica, por su parte, es útil para trasladar al suelo la posición de un punto del techo. También es útil para bajar puntos de referencia desde cuerdas tendidas entre camillas. La camilla es una tablilla provisional clavada entre dos estacas que se hincan en la tierra para trazar la excavación de zanjas para los cimientos. Si vas a adquirir este tipo de plomada, es aconsejable que la punta sea de un material duro (acero templado antes que latón) y reemplazable, ya que se desgasta.
Cuando más pesado sea el plomo de la plomada, mayor es su precisión (sobre todo si sopla viento lateral). Hay pesas ligeras (130 g), medianas (500 g) y pesadas (1000 g). En la precisión influye también la forma de sujetar la cuerda. Es preferible que se haga por nudo y tornillo roscado.
En cuanto al material, las antiguas plomadas eran de latón, una aleación de cobre y zinc resistente al óxido. Hoy muchas plomadas de albañil se construyen en acero, en tal caso este debe protegerse contra la corrosión, por ejemplo, con un revestimiento zincado (galvanizado).
Nuez. La nuez es la pieza de la que cuelga la pesa. Debe tener la misma medida que el diámetro de la pesa, si esta es cilíndrica. Puede ser de madera, metal o plástico. Algunas plomadas incluyen nuez magnética, lo que es una ventaja cuando se extiende mucha cuerda y se trabaja sin ayuda.
- Materiales de alta calidad
- Plomada, tornillo y pletina de acero en zincado anticorrosión
- Cuerda de nailon muy resistente de 5 metros
- Se sirve en caja de plástico
- Opiniones
- Nuez imantada
- 1 kg
- Opiniones
Colofón
El plomo es un metal pesado ya descubierto en la Antigüedad. Ese elemento químico toma su símbolo (Pb) de su nombre en latín plumbum. El plomo ha tenido y tiene una enorme importancia para la arquitectura. Por ejemplo, las primeras tuberías fueron de plomo, de ahí que todavía hoy se llame plomero al fontanero.
La influencia del plomo, o, mejor dicho, de la plomada, en la albañilería aún es más notable. Para erigir una edificación sin estructura se comienza por aplomar las esquinas de los muros de carga. Si la fachada no está en vertical, se dice que está desplomada o fuera de plomo. La casa corre, pues, riesgo de desplomarse (caer con fuerza por efecto de la gravedad).
Todas las expresiones anteriores derivan, precisamente, de la plomada de albañil. Por cierto, el nivel de madera inventado por los egipcios se siguió usando hasta el siglo XIX. Es entonces cuando apareció el nivel de burbuja y, más recientemente, el nivel láser. La plomada láser, sin embargo, no ha sustituido a la tradicional.
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