Con un consumo al año mayor que 13 millones de toneladas, el cemento (ligante del hormigón) es el material más usado en España después del agua. El líquido que da la vida, a su vez, inicia el endurecimiento químico del polvo gris.
La dureza final del hormigón, o concreto, depende entre otras cosas de la proporción agua/cemento. Y hablando de dureza... ¿Con qué herramientas se trabaja un material tan duro como el hormigón?
Herramientas para trabajar el hormigón
¿Hablamos de construir con hormigón? ¿De demoler lo que ya existe? ¿O se trata de mecanizar el hormigón de algún modo? Cortarlo, por ejemplo. O perforarlo, quizás. Para trabajar el hormigón no siempre se requieren herramientas específicas, pero sí potentes.
¡Vamos al caso!
Preparar y mezclar concreto
Si la obras es considerable, el hormigón rara vez se elabora in situ. Al contrario, se encarga a una planta de concreto, donde se mezclan con precisión las materias primas que lo componen. Desde allí un camión hormigonera transporta la mezcla fresca hasta la obra.
¡Cosa muy distinta son los volúmenes pequeños de hormigón! Estas partidas sí se preparan en obra, bien con medios manuales, bien con medios mecánicos. Hablamos de una simple pala cuadrada, en el primer caso; de hormigoneras con motor eléctrico o de gasolina, en el segundo.
Las hormigoneras mezclan en la cuba arena, gravilla, cemento y agua. Cuando el punto de consistencia es el deseado, con la ayuda de un volante se vierte el hormigón desde la máquina a la herramienta apropiada para transportarlo, esto es: la carretilla.
Herramientas para cortar hormigón
Cortar hormigón no es solo menester de las obras de reforma pues en obra nueva también se lleva a cabo la tarea, por ejemplo, para labrar juntas de dilatación cuya función es absorber la expansión y la contracción térmica del material. En pavimentos tales cortes se efectúan con herramientas cortadoras de hormigón.
Para cortar hormigón en muros y paredes, se recurre a otro tipo de herramienta: la amoladora angular, también llamada radial. La amoladora es una herramienta de corte rotativa que corta concreto y otros materiales de construcción merced a su disco abrasivo de diamante. No hablamos de diamante geológico, sino sintético, un material extremadamente duro capaz de desgastar el duro hormigón.
Máquinas para perforar hormigón
Precisamente, por su enorme dureza, perforar hormigón no es labor sencilla. De hecho, todo taladro percutor puede taladrar paredes de ladrillo pero solo los más potentes se atreven con muros y paramentos de hormigón.
Por otro lado, existe otra herramienta electroportátil más específica para taladrar hormigón. Se trata del martillo perforador, llamada también martillo rotatorio o simplemente rotomartillo. Esta máquina se confunde a veces con el taladro, pues visualmente es similar. Es en el interior donde radica la diferencia entre un taladro y un martillo.
Si las amoladoras cortaban el concreto con discos abrasivos, taladros y rotomartillos lo perforan con brocas. Una broca es una herrramienta de corte cilíndrica que, cuando es para hormigón, tiene una punta de vidia o carburo de tungsteno. El carburo de tungsteno (o wolframio) es un material durísimo capaz de perforar el hormigón si, además de rotación, se golpea este contra la superficie de trabajo. En efecto, es la percusión la que posibilita taladrar el hormigón.
Pulir concreto
Para concluir, vamos a dedicar una sección a las herramientas pulidoras de concreto. Estas máquinas pulen la superficie del hormigón en seco o en húmedo. La ventaja de hacerlo en mojado (con agua) es que se produce menos polvo.
El pulido del hormigón requiere el uso de discos abrasivos industriales de diamante que reducen la aspereza del hormigón. El suelo se pule de manera progresiva, tal y como se procede en la carpintería para el acabado de un mueble de madera. Primero se pasan abrasivos de grano grueso; grano medio después; por último, el de grano más fino.
Más información sobre máquinas para trabajar con hormigón
La anterior es solo una breve presentación de algunos de los tipos de herramientas alimentadas (con una fuente de energía externa) que se emplean para trabajar con hormigón. Siguen, a continuación, algunos artículos relacionados que pueden ser de tu interés:
Colofón. ¿Qué es el hormigón?
Para acabar, ¿por qué es tan duro el hormigón? El concreto no es más que una mezcla de áridos finos (arena) y gruesos (gravilla), toda ella aglomerada por un aglutinante. Dicho aglutinante podría ser cal aérea o hidráulica, pero en la práctica el conglomerante que liga los agregados es el cemento Portland.
Cemento Portland es otro nombre para el cemento común. Cuando el agua moja este finísimo polvo gris, comienza una reacción química que lo endurece y hace fraguar. Al mezclarse con él, el agua forma un gel, una suerte de pasta de cemento, que cubre la superficie de cada piedra y cada grano de arena de la mezcla. De resultas, una vez fraguado, el hormigón forma una masa sólida.
Hay que tener bien presente que ningún árido sufre un cambio químico. Antes bien, quedan solo enterrados entre partículas de cemento, como almendras en un turrón. Así, ya se intuye que cuanto más cemento en la mezcla, más duro el hormigón. Y viceversa.