¿Cómo abordar el mantenimiento del hogar? Bricolaje y reparaciones en casa
En mantenimiento industrial es clara la diferencia entre mantenimiento preventivo —evitar que algo se rompa— y correctivo —arreglar lo que ya se ha roto—. No es tan cristalino el caso con las cosas de casa. Hablemos, pues, de reparaciones y bricolaje.
Reparaciones inmediatas en casa
Mantener operativo el hogar es hablar, al fin y al cabo, del mantenimiento de edificios, aunque sea a pequeña escala. Hay tareas en la vida que se han de programar. O bien por kilómetros, como cambiar el aceite y los filtros del coche. O bien por tiempo.
De entrada, en el hogar hay reparaciones que se pueden —y deben— llevar a cabo en el acto. Entre otras cosas, porque arreglarlas solo lleva unos minutos.
Son ejemplos de reparaciones inmediatas:
- Apretar tornillos sueltos de muebles: tienden a aflojarse, por ejemplo, los de sillas y puertas de armarios de cocina con bisagras mediocres. Llaves Allen y un juego de destornilladores es cuanto hace falta para ventilar el asunto (tiempo estimado: 120 s).
- Lubricar cerraduras y bisagras que chillan: la fricción de metal y metal es desagradable al oído, pero también es causa de desgaste prematuro. Así pues, conviene tener siempre a mano el 3 en uno (vale el bote de aceite de máquina de coser).
- Limpiar los filtros del aire acondicionado o la bomba de calor: no vale la pena procrastinar esta tarea porque puede hacerse en menos de 2 min siempre que sea en seco. Y para ello puede usarse la aspiradora, la pistola del compresor de aire o una sopladora eléctrica. Un filtro saturado, aparte de insalubre, aumenta el consumo eléctrico y reduce el flujo de aire.
Programar las tareas domésticas de mantenimiento correctivo delicadas
Otras tareas de mantenimiento domésticas, en cambio, se programan.
Programar la tarea no significa que sea de mantenimiento preventivo: a veces es correctivo. ¿No es arriesgado, por ejemplo, desmontar un desagüe roto que pierde agua? Si no se tienen las piezas de repuesto y no es posible ir a comprarlas, quizá sea mejor dejar esta tarea para el sábado...
De igual modo, no se han dejar de lado ruidos, vibraciones y olores nuevos. ¿La lavadora hace un ruido nunca antes oído? ¿Ese otro electrodoméstico suena como si se fuera a romper? Pues tal vez lo haga... Indicios que por hache o por be no se pueden investigar en el acto, se programan. Para cuanto antes.
¿Y lo de arreglar el enchufe destartalado del salón? ¡Pues depende...! Antes de ir prestos a por alicates y buscapolos, conviene asegurarse de que quitar los plomos no eche a rodar la obra cervantina que está siendo escrita a ordenador en la habitación contigua...
Vamos, ahora sí, con tareas domésticas de mantenimiento preventivo.
Mantenimiento preventivo en el hogar
He aquí una tarea de las más célebres tareas de mantenimiento preventivo del hogar: purgar los radiadores de la calefacción. Se trata de una labor estacional, pues conviene llevarla a cabo a finales del otoño. Vale la pena comprobar de paso en el manómetro de la caldera que la presión del circuito es la apropiada (y rellenar con agua en caso contrario).
Otra labor que se debe planificar con tiempo es el mantenimiento de las máquinas de bricolaje. ¿Por qué sacar a su debido tiempo el equipo de reparar y mantener herramientas eléctricas? Por ejemplo, limpiar a fondo el polvo de las ranuras de ventilación es capital para asegurar la refrigeración del motor impedir que partículas pulverulentas y acarosas dañen el colector de delgas y demás partes mecánicas.
Aunque dicha tarea toma poco tiempo, no puede decirse lo mismo de otras. Por poner un ejemplo, cambiar las escobillas de una radial o un taladro sin tapas de acceso rápido.
Otras muchas tareas pueden planificarse si se aguzan las orejas. Este tipo de mantenimiento sería el predictivo. En efecto: rara es la cosa que se escachifolla de buenas a primeras; suele avisar. ¡Conviene estar ojo avizor a esos indicios! Por ejemplo, haremos bien en comprar repuestos para esa bombilla LED que parpadea de cuando en vez (esa cuyo fabricante prometió que duraría 15 años...).
De igual manera, la cisterna que pierde agua por una junta de goma en mal estado no lo hace de la noche a la mañana. Y si los desagües del baño van lentos, nada se pierde por abrir el bote sifónico, limpiarlo con lejía diluida en agua y, de paso, lubricar la goma con unas gotas de aceite.
Acabo con unos consejos generales sobre mantenimiento.
Principios básicos de mantenimiento
El mantenimiento tiene sus leyes. Lo mismo da si hablamos del automóvil, el torno para madera, las herramientas de bricolaje o los electrodomésticos del hogar:
- Limpieza: si el polvo doméstico es malo, peores son las partículas aerosol que deposita el viento, ya que estos gránulos de arena son abrasivos y causan desgaste en piezas móviles. De igual modo, se han de retirar grasas pegajosas y lubricantes degradados.
- Preservar la capa protectora: aceite, pintura y barniz en maderas y metales protegen las superficies contra la suciedad y el agua. El acabado debe renovarse para prevenir el óxido del hierro y los hongos de pudrición de la madera. Suelos y fachadas porosas pueden tratarse con líquido hidrófugo.
- Sustituir las piezas de desgaste. Más comunes en herramientas, máquinas y vehículos que en el hogar son las piezas de desgaste. Escobillas de carbón de motores eléctricos, juntas de goma o burletes de puertas y ventanas se han de sustituir periódicamente. Renovar a tiempo las juntas de silicona en mal estado de la bañera o la ducha evitan males mayores.
- Lubricar las partes móviles. Más consistentes que los aceites, las grasas lubricantes protegen engranajes y otras partes mecánicas móviles de herramientas y vehículos. El aceite para máquina de coser es apropiado para engrasar bisagras, cerraduras, picaportes, etcétera.
Así que si quieres que algo siga funcionando, ya sabes: hazlo tu mismo (DIY).