¿Cómo elegir un martillo de ebanista según la peña, el peso, las medidas y el material del mango y la cabeza?
Al revés que el martillo de carpintero, el martillo de ebanista no sirve para sacar clavos. Resulta, en cambio, más apropiado para clavar clavos pequeños, puntillas, grapas, tachuelas.
Una tercera diferencia entre los dos tipos de martillo es el peso. Mientras que un martillo de uña pequeño ronda los 450 g, el martillo de ebanista más ligero apenas pesa 100 g.
¿Quieres comprar un martillo para ebanistería? ¡En esta breve guía te doy algunos consejos!
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Martillo de ebanista Bellota 8005-A -
Martillo de ebanista con mango de fibra de vidrio Cofán -
Martillo de peña con mango de fibra de carbono Bellota 8005
Anatomía del martillo de ebanista
En su forma el martillo de ebanista recuerda a los martillos ingleses London, Exeter y Warrington. Todas sus cabezas combinan cara plana y peña. La peña, por cierto, es la parte de la cabeza similar a una cuña y opuesta a la cara.
El patrón Warrington lo comparten el martillo de mecánico de peña cruzada, variante del martillo de peña esférica, y el martillo inglés para ebanistería. Este último es similar al primero pero más liviano.
En todo caso, el martillo de ebanista más común es más similar al estilo Exeter, cuya peña no está centrada con la cara, sino en línea con la base de la cabeza. Helo aquí:
Funciones del martillo en la ebanistería
La función del martillo de ebanista no es otra que la de clavar clavos muy pequeños que se pierden entre los dedos.1 Observa la Figura 1. La peña estrecha te permite golpear en la ranura en V formada entre índice y pulgar (1) sin dañar la mano. El clavo lo acabas de clavar con la cara (2).
¿Tienes que clavar un par de tablas? Sujeta el clavo sobre la madera. Acto seguido da unos golpecitos de martillo. Una vez en posición, retira la mano auxiliar y voltea el martillo para acabar de clavar la punta.
Asimismo, con este útil martillo puedes ajustar el hierro del cepillo de carpintero.2 Sustituye también a herramientas de montar muebles —como la maza de madera—, a la hora de golpear accesorios de ensamble como los tubillones y galletas.
Qué considerar al comprar esta herramienta
Al comprar un martillo de ebanista, debes tener en cuenta aspectos como el peso, los materiales y las medidas.
Peso
El martillo de ebanista es una herramienta cuyo peso oscila entre 95 g y 550 g.
Medidas
El instrumento mide de largo de 26 cm a 35 cm. Las dimensiones de la cabeza dependen del peso y oscilan entre 75×15 mm y 125×30 mm (largo por alto).
Materiales
La cabeza de un martillo de ebanista debe ser de acero forjado endurecido y templado. ¡No será duradero de no ser así!
El mango ofrece más libertad de elección. Si sientes nostalgia de sumergir en agua el martillo antes de usarlo, escoge un mango de madera (Figura 2). Fresno y haya son buenas opciones. Escoge fibra de vidrio o de carbono si prefieres un mango menos rígido que la madera y que transmita menos vibraciones.3 Un beneficio añadido de este material: no requiere mantenimiento (Figura 3).
A propósito, la unión mango-cabeza es el punto débil de cualquier martillo. El de ebanista no es la excepción a la regla:
- Si el mango es de madera, la cuña que comprime las fibras en el ojo del martillo puede ser metálica, de madera dura o —mejor— de fibra de vidrio. La unión debe revisarse con frecuencia, pues con el uso y el paso del tiempo el mango se deteriora.4
- Si el mango es de fibra, la unión suele sellarse con resina epoxi y rara vez requiere mantenimiento durante la vida útil del martillo.
Colofón
En conclusión, el martillo de carpintero de orejas debes llevarlo por su versatilidad en la caja de herramientas. ¡Eso está claro! Ahora bien, contar con un martillo de ebanista no está de más si prevés llevar a cabo trabajos finos en madera.
La peña estrecha del martillo de ebanista ayuda a dejar en posición los clavos más pequeños; se acaba de clavar con la cara ancha, que también posibilita otras tareas. Con todo, hay clavos que se resisten a ser clavados por diminutos...
Un pequeño truco para acabar. En vez de con el índice y el pulgar, sujeta las puntas con un cartón, un papel doblado, una horquilla para el pelo o, incluso, una pinza de tender la ropa.
Notas y referencias bibliográficas
1. José Manuel González Rabanal. (2006). Personal de Servicios Auxiliares. Temario Comunidad Autonoma de Aragon.e-book. MAD-Eduforma.
2. Ignacio Abella. (2015). El hombre y la madera. RBA Libros.
3. Roldán Viloria, José. (2021). Montaje de conjuntos y estructuras fijas o desmontables. Ediciones Paraninfo, S.A.
4. Mike Wilson. (2019). Leñador. Fiordo Editorial.
