Calibrador medidor de brocas
No hay que confundir el calibrador medidor de brocas con la plantilla para afilarlas. Con el primer calibre se mide el diámetro de una broca. Con el segundo se halla el ángulo de la punta.
¿Resulta útil un calibrador de brocas? ¿Conviene llevarlo en la caja de herramientas? Te hablo de ello en este breve artículo.
¿Qué es un calibrador de brocas?
Un calibrador medidor de brocas, también llamado galga o calibre de brocas, es una chapa perforada con agujeros de distinto tamaño al lado de marcas que identifican su medida. Los hay de plástico, los carpinteros suelen construirlos en madera y lo ideal es que sea de acero.
¿Y para qué sirve esta herramienta? Muy simple, te ayuda a encontrar la broca buscada.
¿Para qué sirve un calibre medidor de brocas?
El calibrador de brocas tiene varios usos:
- Averiguar el diámetro de una broca sin medirla con el pie de rey.
- Tantear el grosor de un tornillo para saber con qué broca taladrar el agujero guía.
- Con idéntico fin, para medir tacos de expansión, anclajes para pladur y remaches.
Así que si en tu taller tienes el típico cajón de sastre, ¿o es más bien cajón desastre?, con brocas y tornillos sueltos de varias medidas... ¡puedes ordenar en poco tiempo el material con un calibrador de brocas!
¿Qué considerar al comprar esta herramienta?
Al comprar un calibrador de brocas, fíjate en las marcas. ¿Están grabadas con láser (es decir, en relieve) o solo impresas? ¿Se leen bien los tamaños? Ten en cuenta que la impresión se borrará con el tiempo si no es de calidad.
También es vital el material de la plancha y su grosor. Por ejemplo, si ha de soportar la corrosión, compra tu calibre de medir brocas en acero inoxidable. Además, aunque es poco probable que la broca altere los orificios, nunca está de más que el acero haya sido endurecido y templado.
Por último, ¿el tamaño importa? Depende. No mucho si vas a colgar el calibrador de brocas junto a tu taladradora de columna; sí si piensas guardarlo en el maletín del taladro o en la caja de herramientas.
Breve historia sobre el instrumento
Si hay una herramienta eléctrica capital, esa es el taladro. Un fabricante puede construir brocas de cualquier tamaño. Y lo hará con gusto bajo pedido. Pero eso es inviable en la práctica. Así que, para tener brocas en stock, la industria estandarizó su tamaño.
Los estándares que definen las medidas de una broca se remontan a muchas décadas atrás. Destacan tres sistemas:
- métrico (milímetros)
- imperial (fracciones de pulgadas)
- número y letra
Sobra explicar los dos primeros. Pero vale la pena detenerse en el último. El sistema americano de número y letra usa 80 números para definir el calibre de las brocas. A los que hay que sumar las 26 letras del alfabeto inglés.
Como ejemplo del estándar estadounidense, he aquí la minúscula broca #80:
En el enlace sugerido puedes ver que el número de la broca —ya no digamos la letra— no coincide con su diámetro. De ahí inventar una herramienta para identificarlas. ¡He aquí el curioso origen del instrumento calibrador de brocas!
Como no hay rosas sin espinas, este calibre trajo enormes quebraderos de cabeza a los fabricantes de alambre. ¡Y es que algunas gentes identificaban con este útil el grosor del alambre usado para fabricar grapas y clavos, basado en un sistema de calibración parecido.
Hoy las cosas son mucho más simples, pero el calibrador de brocas sigue teniendo su utilidad. Por cierto, si a las del estándar numero-letra se añaden las brocas métricas e imperiales, el resultado es una lista de tamaños de interminables filas. Sin embargo, una plancha de unos 25 agujeros basta para organizar las brocas más habituales.