¿Para qué sirve una arandela?

Hay arandelas cónicas, planas, elásticas, con reborde. Pueden ser finas, gruesas o ni lo uno ni lo otro. Y la relación entre la circunferencia exterior y la interna de la corona circular —así se llama la figura geométrica que forma su cuerpo— también varía entre unas y otras. ¿Pero para qué sirve una arandela?

Las arandelas no tienen muchos cometidos. Y desde luego sirven de bien poco sin el tornillo a que acompañan; como no sea, a modo de moneda, para purgar radiadores. Sin embargo, sus funciones son esenciales. Así que, sin más rodeos, ¡vamos al caso!

1.ª misión de la arandela: repartir la carga de compresión

Una arandela no es más que un disco, en general de metal. Las más comunes son de cobre, acero o aluminio, aunque también las hay de plástico, goma y cartón comprimido. Su primer cometido consiste en repartir la carga de compresión que ejerce la cabeza del tornillo.

Partimos de la base de que la rosca del tornillo ha de pasar por el agujero de la arandela. Siendo esto así, ¿no es ahora más grande la cabeza del tornillo? Así es. Por ello, la presión contra la pieza apretada se reparte ahora entre una mayor área.

Pues bien, cuanto más blando es el material de la pieza apretada, más grande y gruesa debe ser la arandela. La madera, por ejemplo, se precisan arandelas muy grandes para evitar el aplastamiento de las fibras y que el anillo, por hundirse en exceso en la tabla, deje en ella una profunda huella. En acero... ¡la cosa cambia por completo!

2.ª misión: reducir la fricción para facilitar el apriete

Vamos a poner por caso un tornillo de cabeza hexagonal o, por qué no, una tuerca. La arandela evita en ambos que las aristas del hexágono se claven en la pieza.

La cuestión ya no es solo que el material se arañe, ¡que también!, sino el hecho de que ese agarre indeseado dificulta aplicar el par de apriete indicado a la unión atornillada. La arandela pues, asegura que los newtons metro aplicados con la llave dinamométrica llegen a su lugar, por así decirlo.

Dicho de otra forma, la arandela reduce la fuerza de fricción entre la cabeza y la pieza apretada. No en vano, la arandela rota con mayor facilidad. ¿Quizá sea por aquello de ser circular!

Pues he aquí las dos misiones principales de las arandelas. Ahora bien, como se dijo en el primer párrafo, existen arandelas elásticas. ¿Cuál es su utilidad?

¿Para qué sirve una arandela elástica?

Toma un muelle en hélice y corta una de sus vueltas. Acto seguido prensa la vuelta hasta aplanar el alambre y sepárala un poco. El anillo resultante viene a ser una arandela elástica:

En efecto, al revés que la plana, la arandela elástica está partida. Sus extremos se encuentran a distinta altura; y aquí está la clave. Puesta entre una arandela plana y la cabeza del tornillo, la arandela elástica se clava en ambos metales. Esto es, se busca justo lo opuesto a lo que comentábamos en la sección previa: aumentar la fricción.

¿El objetivo de todo ello? Evitar que se afloje la unión por efecto de las vibraciones.

Otras funciones de las arandelas

La cosa no queda ahí. Existen arandelas que bloquean la corrosión galvánica: para ello deben ser de un material que interrumpa la conexión entre la pieza que hace de ánodo y la que hace de cátodo. Por ejemplo: plástico.

¿Otra función bien conocida de la arandela? Actuar como separador. Y luego está la arandela de cobre del tapón del cárter, cuya función, como es bien sabido, consiste en evitar que el motor pierda aceite. Con ella ponemos el punto final a este artículo.

Quien conozca otros usos de las arandelas, ¡que comente ahora! (o calle para siempre).