¿Para qué sirve un calibrador digital?
Un pie de rey es un instrumento de metrología. O en otras palabras, una herramienta para medir con precisión. Se llama también calibrador o calibre de pinzas.
El calibrador digital es la variante del pie de rey cuya pantalla muestra directamente la medición. Es decir, sin necesidad de leer ni de interpretar la escala de Vernier.
Introducción. El origen del término pie de rey
El nombre pie de rey refiere a un hecho de la antigüedad. El pie es una unidad de medida usada en ciertos países anglosajones que equivale a 30.48 cm. Así que la altura de Michael Jordan (1.98 m) equivale a 6 pies y 6 pulgadas. (La pulgada mide 25.4 mm).
Sin embargo, antaño el pie no representaba una magnitud concreta, sino que variaba según los lugares. Por ejemplo, el pie de Castilla, también llamado pie de Burgos, no medía lo mismo que un pie romano, sino que era más pequeño.
Según cuentan los historiadores, la medida de un objeto se establecía tomando como referencia el tamaño del pie del rey del lugar. De ahí el nombre del instrumento de metrología: pie de rey.
Cómo funciona un calibre digital
Para explicar cómo funciona un calibrador digital, antes hay que comprender cómo funciona un pie de rey mecánico o analógico. Es decir, un calibrador con escala Vernier.
Un calibre dispone de dos pinzas o mordazas:
- una es fija: ocupa un extremo de la herramienta
- la otra es móvil: se desliza a lo largo del cuerpo
La distancia entre ambas mandíbulas se lee gracias a dos escalas. La escala principal va en la regla; la escala secundaria, llamada nonio o escala Vernier, va en la boca móvil.
Las ventajas de la escala Vernier
La escala Vernier funciona en combinación con la principal: es la nos permite hacer la lectura fina. Es decir, con ella se puede transcribir a cifras la separación existente entre las dos pinzas del calibre.
¿Quieres aprender cómo funciona la escala Vernier? Te lo explico en la guía de compra del pie de rey.
En esencia, la escala Vernier aprovecha una propiedad de nuestra vista. Nos es fácil apreciar cuando un segmento está a continuación de otro. Es decir, somos capaces de apreciar si una línea está desplazada con respecto a otra.
Eso evita nuestra limitación a la hora de medir con el metro o la regla graduada. Que no es otra que la incapacidad de valorar con cierta exactitud la posición intermedia entre dos rayitas consecutivas...
Para recapitular, el calibre mecánico transcribe —si así podemos decirlo— la medida a través de dos escalas: la de la regla principal y la del nonio.
La transcripción del calibrador digital
El calibre digital también hace una transcripción de la medida. En efecto, traduce la posición de la guía corredera (magnitud espacial) a impulsos electrónicos para mostrar la medida en los dígitos de la pantalla de cristal líquido (LCD).
Tipos de encoder
La conversión de la posición espacial a la señal electrónica que llega a la pantalla la hace un componente llamado encoder (codificador). Existen dos tipos de encoder:
- Codificador absoluto: determina la posición absoluta de la boca móvil con respecto a la fija.
- Codificador incremental: determina la posición relativa de la corredera con respecto a una posición de referencia dada. Esta posición se fija pulsando el botón de cero (poner a cero el calibre).
No obstante, hay calibres con codificador absoluto que tienen función de medición incremental. La ventaja de la medición incremental es que permite comparar el tamaño de dos piezas sin necesidad de hacer operaciones matemáticas (sin usar la calculadora, vaya).
En cuanto a la forma en la que el codificador lee la posición de la corredera, existen distintas tecnologías, en general, se utilizará un sensor óptico o un sensor de inducción electromagnético.
¿Cuál es la utilidad del calibrador digital?
Pondremos un ejemplo para ilustrar el uso de un calibre digital. Las brocas para metal se venden en saltos de una décima de milímetro. Aunque en el cuerpo de la broca suele ir grabada la medida, a veces se borra.
¿Cómo saber entonces cuál es el diámetro de una broca para metal? De poco nos servirá la regla graduada, no digamos el metro. En efecto, con la regla estimaremos que la broca mide unos 6 mm. Pero ¿se trata de una broca de 6.1 mm? ¿O de de 5.9 mm?
De manera clara estamos pisando el territorio del pie de rey. Uno analógico dará la medida de nuestro ejemplo sin ninguna dificultad; y si nuestra vista es mala, un calibrador digital ofrecerá una lectura inequivoca.