De herramientas atramentadas...

Atramento es un nombre en desuso para el color negro. Aunque el verbo atramentar no existe, es otra forma de referirse al proceso de fosfatado según Knipex.

Sin embargo, atramentado, al contrario que fosfatatado, nos da pocas pistas sobre este tratamiento de herramientas.

Origen de la palabra

La palabra atramento viene del latín atramentum y significa 'tinta', 'licor negro' según el diccionario. Así, este término se usaba en la antigua Roma para describir sustancias muy oscuras, a menudo líquidas, sin un propósito determinado.

Un diccionario de antigüedades griegas y romanas, de William Smith, señala tres ejemplos de materiales de color atramento: tinta para escribir, un tinte para teñir cuero y una sustancia que, según parece, empleaban los pintores como barniz.

Pigmento atramento

La Wikipedia (en inglés) cita otros usos de la palabra atramento. Un ejemplo: una sustancia comercial de color negro profundo obtenida en una reacción química de sales de hierro y ácido tánico, el último extraído de corteza de roble. Otro: un pigmento histórico basado en negro de carbón.

Queda claro, pues, que atramento no es sino un sinónimo de negro. Entonces, ¿en qué consiste atramentar una herramienta? ¿Cuál la ventaja de ello?

Qué es una herramienta atramentada

El atramentado, en suma, solo es un nombre romántico para el proceso de fosfatizado.

Fosfatizado o fosfatado es un tratamiento de pasivación que aplicado a la superficie de una herramienta protege esta contra la corrosión. Consiste en sumergirla en un baño caliente de ácido fosfórico en el que antes se han disuelto unas sales de fósforo.

Existen tres tipos de atramentado según la naturaleza de las sales: al hierro, al manganeso y al zinc. Todos ellos convierten la capa superficial de la herramienta en una película muy fina de cristales de fosfato insolubles en agua. En los dos últimos casos, la capa protectora es de color gris muy oscuro, casi negro.

¡De ahí su nombre!